DOMINGO DEL SANTISIMO CUERPO Y SANGRE DE CRISTO
18 DE JUNIO DE 2017
18 DE JUNIO DE 2017
AVISOS PARROQUIALES
1) MINISTROS
DE LA EUCARISTIA: Reunión jueves 22 a las 16 hs.
2) CONSEJO
PASTORAL PARROQUIAL: Reunión viernes 23 a las 20 hs.
3) FIESTA PATRONAL EN PASO ANTONLIN:
Viernes 23 a las 18 hs. Misa bautismal. Día de San Juan Bautista
(Santo Patrono de esa Comunidad).
ENTRADA:
Hoy celebramos la fiesta del Cuerpo y
la Sangre de Cristo, la misma vida y el mismo amor de nuestro Señor
Jesucristo.
1era LECTURA:
El Señor recuerda al pueblo de Israel
sus vivencias durante el tiempo de peregrinación en el desierto.
SALMO: Respondemos: ¡Glorifica
al Señor, Jerusalén!
2da.LECTURA: San Pablo nos
recuerda nuevamente el sentido de la Eucaristía.
EVANGELIO: Jesús se revela como
verdadero Pan de Vida.
ALELUIA: Aleluya. -“Yo soy el
pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá
eternamente”, dice el Señor. -Aleluya.
ORACION DE FIELES: (Clam pág.
88)
A cada intención respondemos:
ESCÚCHANOS, SEÑOR.
* Por la Comunidad Parroquial de
Colonia en su Fiesta Patronal; que el Misterio de la Eucaristía los
haga fiel testimonio de amor y unidad. OREMOS.
* Por nuestro Obispo Carlos, en el
inicio de su nueva visita Pastoral, para qué encuentre en las
comunidades que visitará, una total apertura de corazón, donde él
pueda confirmar la Fe en sus hermanos. OREMOS.
* Por aquellos que sufren por las
inundaciones e incendios que puedan encontrar en sus respectivas
comunidades el apoyo material y espiritual. OREMOS.
OFRENDA: Que el Señor que se
entrega en el signo del pan y el vino, reciba nuestra ofrenda.
COMUNIÓN: Cristo mismo hecho
Pan de Vida, nos llama a entrar en comunión con Él, acerquémonos
con Fe y Amor a recibirlo.
DESPEDIDA: Con la alegría de
haber celebrado esta Eucaristía y agradecidos al Señor, vivamos
nuestra fe demostrándolo con nuestras palabras y acciones.
CUANDO SEA VIEJO
El día que esté viejo y ya no sea el
mismo, ten paciencia y compréndeme.
Cuando derrame comida sobre mi camisa y
olvide cómo atarme mis zapatos, recuerda las horas que pase
enseñándote a hacer las mismas cosas.
Si cuando conversas conmigo, repito y
repito las mismas palabras que sabes de sobra como termina, no me
interrumpas y escúchame.
Cuando eras pequeño para que te
durmieras tuve que contarte miles de veces el mismo cuento hasta que
cerrabas los ojitos.
No me reproches porque no quiera
bañarme; no me regañes por ello.
Recuerda los momentos que te perseguí
y los mil pretextos que te inventaba para hacerte más agradable tu
aseo.
Acéptame y perdóname. Ya que soy el
niño ahora.
Cuando me veas inútil e ignorante
frente a todas las cosas tecnológicas que ya no podré entender, te
suplico que me des todo el tiempo que sea necesario para no
lastimarme con tu sonrisa burlona. Acuérdate que yo fui quien te
enseñó tantas cosas: comer, vestirte y tu educación para enfrentar
la vida tan bien como lo haces, son producto de mi esfuerzo y
perseverancia por ti.
Cuando en algún tiempo mientras
conversamos me llegue a olvidar de que estamos hablando, dame todo el
tiempo que sea necesario hasta que yo recuerde, y si no puedo hacerlo
no te burles de mí; tal vez no era importante lo que hablaba y me
conforme con que me escuches en ese momento.
Si alguna vez ya no quiero comer, no me
insistas. Sé cuanto puedo y cuanto no debo.
También comprende que con el tiempo ya
no tengo dientes para morder ni gusto para sentir.
Cuando me fallen mis piernas por estar
cansadas para andar, dame tu mano tierna para apoyarme como lo hice
yo cuando comenzaste a caminar con tus débiles piernas.
Por último, cuando algún día me
oigas decir que ya no quiero vivir y solo quiero morir, no te
enfades. Algún día entenderás que esto no tiene que ver con tu
cariño o cuánto te ame.
Trata de comprender que ya no vivo sino
que sobrevivo, y eso no es vivir.
Siempre quise lo mejor para ti y he
preparado los caminos que has debido recorrer.
Piensa, entonces que con el paso que me
adelanto a dar, estaré construyendo para ti, otra ruta, en otro
tiempo, pero siempre contigo.
No te sientas triste o impotente por
verme como me ves.
Dame tu corazón, compréndeme y
apóyame como lo hice, cuando empezaste a vivir. De la misma manera
como te he acompañado en tu sendero te ruego me acompañes a
terminar el mío.
Dame amor y paciencia, que te devolveré
gratitud y sonrisas con el inmenso amor que tengo por ti.
Si yo te olvido, por favor no te
olvides de mi...