En una semana que se cierra sin que se
vislumbren salidas al conflicto laboral en Conaprole, que está
poniendo en muy serios riesgos a la cadena láctea nacional, la
emblemática Pili se debate por su permanencia en el mercado y
suplica al gobierno en pos de un apoyo financiero que prolongue su
existencia.
En efecto, con más de medio siglo de
vida, Pili realizó inversiones de fuste durante el período de auge
del sector y, al momento de hacer frente a los servicios de deuda, se
encontró con un mercado irreconocible y con la caída de Venezuela
como cliente. A partir de entonces inició una peripecia financiera
de la cual no tiene miras de zafar. La estrategia trazada este año,
luego del fracaso del redireccionamiento de materia prima de
Conaprole para elaborar mozzarella por oposición sindical, es la de
conseguir un socio inversor en el extranjero. En caso de lograrlo,
las distintas etapas a cumplir, ya inherentes al negocio en sí como
a las condiciones de trámites, insumirían como poco medio año. Por
lo tanto, de la ayuda que ha solicitado al gobierno pende la suerte
de la empresa sanducera. Una posible vía es la venta del lugar de
emplazamiento de la antigua planta, en pleno centro de la capital
departamental, que podría ser comprado por el Estado, concretamente
por el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio
Ambiente, con fines propios de esa Cartera.
Fuente: Revista TodoTambo.