El coloniense Daniel Baldi, ex jugador de fútbol profesional, comparte su columna con TararirasHOY.
Daniel Baldi, jugó al fútbol en Uruguay, México e Italia. Actualmente es entrenador de fútbol y promueve la formación integral de los futbolistas en diversos proyectos. Escritor, tiene nueve libros publicados, entre ellos "La Botella F.C." y "Mi mundial", libro de oro 2010 y 2011.
Por Daniel Baldi
ANTE USTED ME RINDO MAESTRO
Esta semana me inunda un profundo interés de escribir algo respecto a la “gloriosa celeste”. Nuestra tan amada y odiada selección.
¿Por qué?, pues ni yo lo sé, pero hay algo que quiero analizar y compartir con todos ustedes, lectores amigos, fervientes hinchas del éxito celeste y principales detractores en la derrota, fieles a lo que la historia del hincha de fútbol indica.
En lo personal sostengo que el famoso “proceso” de Tabárez, al principio criticado, luego ciegamente apoyado y ahora nuevamente cuestionado por todos en general, sobre todo periodistas, fue de lo mejor que hemos vivido en la historia de nuestra selección.
Obligó a que lo jóvenes estudiaran para jugar, inauguró una biblioteca en las instalaciones, creó identidad de juego ponderada internacionalmente; alcanzó logros, sistematizó unión de grupo sacando de la selección y del proceso a aquellos jugadores (buenos y pedidos por el periodismo) que no “encajaban” en su filosofía de grupo.
Ante usted me rindo, maestro, y elogio a voz en grito todo lo que pregonó y sigue pregonando. Denunció a los principales periodistas del medio local que querían sacarlo desde un principio con documentos fehacientes y ante las cámaras de televisión, luchó contra los intereses de los representantes que comandan el mercado y formó jugadores. ¡Pavada de cosa, eh!
Hoy día estamos en la mala, en la que siempre estuvimos y que tanto nos caracteriza. Quedar afuera de un mundial más, en lo personal, no empaña nada todo lo bueno hecho hasta el momento.
Ya quedamos afuera varias veces y no pasó nada. Es más, es lo lógico. Estamos en un fútbol pobre, con una liga interna bastante paupérrima y con jugadores excelentes que vienen a estar acá en la selección unos cinco días por mes, muchas veces averiados física y emocionalmente. Como técnico, les aseguro que es muy difícil poder lograr algo diferente en tan pocos días de trabajo.
El mundial del 2010 fue excelente, aunque debemos admitir que se le ganó a Sudáfrica, una pobre selección; México, liviana selección; Corea del Sur, buena selección, sin peso histórico y con un conformismo desmedido por haber pasado de fase; Ghana, a duras penas y utilizando a Suárez como arquero en una pelota crucial. Luego se perdió contra quienes era lógico perder, dando batalla hasta el final, perdiendo con la frente en alto, como comúnmente se dice en la jerga futbolera.
Luego vino la copa América y allí de nuevo los penales nos llevaron a dejar afuera a una Argentina tibia y sin juego. Distinta a la selección de Sabella de hoy día y luego, en la final, a una selección paraguaya que hoy en las eliminatorias demuestra el verdadero nivel en el que está sumida.
Creo que siempre, tanto en el éxito como en el fracaso, estuvimos en el mismo lugar. Podemos clasificar, pero no olvidemos que somos lo que somos y ante eso no podemos hacer nada. Agradezco a esta selección por todo lo que nos brindó, pero siempre, en todo momento, fuimos lo que somos. Saludo a un proceso diferente, bueno, serio y trabajador, con todo lo que eso implica. Ojalá dicho proceso sea testimonio de cómo se debe manejar una selección deportiva de cara al futuro.
Arriba Uruguay, lo dice un uruguayo que festejó cada día y seguirá haciéndolo, teniendo siempre los pies sobre la tierra.