Perteneciente a las Iglesias Evangélica Valdense del Rio de la Plata e Italia |
Culto: domingo 24 a la hora
10:30 horas.
Liga Femenina: Continua todos
los sábados de mayo con la venta de tortas fritas y waffles a
beneficio del Fondo Luisa Rostan (ayuda al enfermo de cáncer) sin
distinción de credo. Desde las 16 horas.
Para el Día de la Madre:
CARTA DE UNA MADRE A SU
HIJA
Mi querida hija, el día que me veas
vieja, te pido por favor que tengas paciencia pero sobre todo trata
de entenderme.
Si cuando hablamos, repito lo mismo mil
veces, no me interrumpas para decirme “eso ya me lo contaste”
, solamente escúchame por favor… y recuerda los tiempos en que
eras niña y yo te leía la misma historia, noche tras noche hasta
que te quedabas dormida. Cuando no me quiera bañar no me regañes y
por favor no trates de avergonzarme, solamente recuerda las veces que
yo tuve que perseguirte con miles de excusas para que te bañaras
cuando eras niña. Cuando veas mi ignorancia ante la nueva
tecnología, dame el tiempo necesario para aprender, y por favor no
hagas esos ojos ni esas caras de desesperada. Recuerda mi querida,
que yo te enseñé a hacer muchas cosas como comer apropiadamente,
vestirte y peinarte por ti misma y como confrontar y lidiar con la
vida.
El día que notes que me estoy poniendo
vieja, por favor, ten paciencia conmigo y sobre todo trata de
entenderme.
Si ocasionalmente pierdo la memoria o
el hilo de la conversación, dame el tiempo necesario para recordar y
si no puedo, no te pongas nerviosa, impaciente o arrogante. Solamente
ten presente en tu corazón que lo más importante para mí es estar
contigo y que me escuches. Y cuando mis cansadas y viejas piernas, no
me dejen caminar como antes, dame tu mano, de la misma manera que yo
te la ofrecí cuando diste tus primeros pasos. Cuando estos días
vengan no te debes sentir triste o incompetente de verme así, solo
te pido que estés conmigo, que trates de entenderme y ayudarme
mientras llego al final de mi vida con amor y con gran cariño por el
regalo de tiempo y vida, que tuvimos la dicha de compartir juntas, te
lo agradeceré con una enorme sonrisa y con el inmenso amor que
siempre te he tenido, solo quiero decirte que te amo, mi hija
querida.