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(Moderador de la Iglesia Valdense del Rio de la Plata Oscar Oudri entreg谩ndole al Papa Francisco dos libros sobre nuestra historia) |
“Nos sorprende este pedido de
perd贸n igual que sorprendi贸 a todo el 谩mbito ecum茅nico, de las
comunidades y de la sociedad en general”, dijo la pastora
Carola Tron cuando radio El Espectador de Montevideo le pidi贸 su
impresi贸n sobre el hist贸rico acontecimiento de Tur铆n en su calidad
de vice moderadora de la Mesa Valdense.
Inmediatamente reconoci贸 sin embargo
que esta actitud es coherente con otras que este papa viene teniendo.
Y lo celebramos enf谩ticamente.
Lo que no debe sorprendernos es que nos
sorprenda.
El arrepentimiento y el perd贸n son
pilares de la fe cristiana tan fundamentales como esquivados. Y son
actitudes de la vida social tan necesarias como escasas. Y su
ausencia la hiere de muerte. Son medicinas insustituibles en una
b煤squeda de salud integral que sin embargo pocos laboratorios tienen
inter茅s en fabricar.
Arist贸teles dec铆a que el ser humano
es social por naturaleza pero parece que no hubiera algo que nos
costara m谩s que cumplir con esa vocaci贸n de vivir en sociedad.
Desde toda la vida venimos aprendiendo
a “convivir” y seguimos perdiendo el examen. Nunca se hablo tanto
de “convivencia”, de “tolerancia”, de “respeto en la
diversidad”. Pero al mismo tiempo conductas racistas, xenof贸bicas,
violentas gozan tristemente de buena salad.
(Video de la visita hist贸rica: el Papa
Francisco particip贸 en una ceremonia de la Iglesia Valdense)
“Lamentablemente - afirm贸 el papa
ha sucedido y sigue sucediendo que los hermanos no acepten sus
diversidades y terminen por hacerse la guerra uno contra otro”.
0 yo dir铆a “empiecen por hacerse la guerra”. Que la
afirmaci贸n resulte casi una obviedad es doblemente lamentable. Por
eso su oraci贸n en la que dijo: “pido al Se帽or que nos de la
gracia de reconocernos todos pecadores y de saber perdonarnos
rec铆procamente”, marca un camino por el cual no podemos no
transitar. Pero nos sorprende que alguien lo transite, porque no es
el que tiene el transito m谩s intenso.
Crecimos en una cultura que entroniza
h茅roes que han vencido en guerras, poderosos que han impuesto sus
leyes, constructores que muchas veces admiramos por sus obras
destructivas. Pero se nos ha ense帽ado a despreciar al d茅bil, a
tener por menos a quien reconoce su error, a ocultar el
arrepentimiento de quien queremos que sea admirable, a desconfiar de
quien pide perd贸n y no menos de quien perdona.
Por eso me cuento entre los
sorprendidos, entre los agradecidamente sorprendidos. Entre los que
piden al Se帽or la gracia de reconocernos pecadores, entre los
ingenuos que creen que cambiando la manera de pensar, puede cambiar
la manera de vivir. Y entre los que celebran este 22 de junio como un
moj贸n en el camino.
Por Oscar Geymonat
Pastor valdense en
Colonia Valdense, Uruguay