GIMENA ARECO REALIZÓ POR PRIMERA VEZ EN URUGUAY EL “PROYECTO ROSA” Y FUE CON UNA JOVEN TARARIRENSE

La fotógrafa argentina Gimena Areco visitó hace unos días nuestra ciudad para realizar la charla motivacional que difundimos en este artículo. Pero ese no fue el único propósito de su visita, porque en cada lugar que Gimena visita realiza su proyecto personal denominado “Proyecto Rosa” que consiste en una sesión fotográfica con alguna chica que tenga o este por cumplir 15 años, pero que por distintas razones de la vida no lo haya podido festejar.

Luego de terminado la misma estas fueron sus palabras:

“Pasó así el Proyecto Rosa en Uruguay.

Todo fue tan intenso y pasamos por tantas experiencias, fotos, radios, charlas y cosas, que pareciera que pasó un año... sin embargo, fue todo apenas hace un poquito más de una semana.
Ella es Luciana, la protagonista de este cuento.

¡Una chica tan dulce, y tan pero tan adorable, tan pero tan abrazable!
Nos hizo llorar a todos desde el momento del make up el momento final de la sesión.
Como cada chica que participa de este proyecto, ella tiene una historia y una personalidad que la hace especial y es por eso que la elegí para darle este regalo de mi parte y al conocerla en persona, fue para mí muy hermoso saber que el regalo “cayó” en la persona indicada.

Mi mensaje para ella es que siempre, SIEMPRE, siempre, el final de nuestra historia está en nuestras manos, que el pasado puede a veces hacernos “tambalear”, pero nunca el pasado debe condicionar nuestro presente ni nuestro futuro, que lo tenemos en nuestra manos, que debemos abrazarlo fuerte, amarlo mucho y pelear por él.
Es mi mensaje para Lu, y el motivo de esta sesión, pero hoy, que es Navidad, le regalo esta foto para ella, y este mensaje para todos nosotros... ya que a veces, todos “tambaleamos”... ¿verdad?.

Gracias infinitas a Mónica Grosso y a Pablito Rivoir por hacer posible el proyecto en Uruguay, por conectarme con Lu y su dulzura, por movilizar a todo el pueblo de Tarariras, por regalarle a Lu una tarde diferente, por atendernos de manera tan linda, por hacernos sentir como en casa (¡o mejor!), por tanta energía, por tanta pasión por hacer cosas por los demás... ¡estoy segura de que este es un camino que recién empieza y que harán muchas cosas más!

Gracias a Ana Luisa Olivera, por sumarse a este proyecto, por aportar su granito de arena, por maquillar y peinar a la protagonista de este cuento, por su cariño, su buena onda y su empatía.
Gracias inmensas a la mamá de Lu por dejarla participar en el proyecto.
Gracias siempre a mi mamá por el aguante de siempre y gracias a Virginia por haberse sumado a esta aventura uruguaya.”