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14 octubre 2022

QUINTA HISTORIA DE TARARIRAS

Con motivo de un nuevo aniversario de nuestra ciudad en el mes de junio, la Comisión de Cultura hizo el lanzamiento de una actividad llamada HISTORIAS DE TARARIRAS. La idea fue invitar a personas mayores a escribir anécdotas e historias de tiempos pasados, con el objetivo de rescatar esa memoria y compartirlas con las generaciones más jóvenes. Estas HISTORIAS forman parte de nuestra cultura local, es por eso que queremos compartirlas, ya que seguramente provocarán recuerdos y otras historias. Agradecemos a quienes participaron haciendo posible esta actividad.

TEMAS INTERNOS… RECUERDOS DE UNA MAESTRA QUE MANEJÓ UN REMISE EN LOS AÑOS 90 (SEGUNDA PARTE)

En toda esa época de mi infancia yo recuerdo los enojos de mi madre por esos gestos humanos de mi padre. A mí me ponía muy orgullosa todo eso y aún hasta el día de hoy es un ejemplo que muy humildemente trato de trasmitir a mis hijos porque creo que no me pudieron dejar mejor herencia. Atesoro esos recuerdos tanto como acordarme de la Ford A año 28 en la que cargábamos zapallos para regalar en el pueblito (barrio El Empuje) a familias con muchos hijos que alimentar.

La única condición que mi padre observaba era que tuvieran más de 3 hijos y había muchas en esa zona. Una de las abuelas que llevaba a cobrar siempre me decía que los inviernos se le aliviaban porque recibía zapallos, leche y a veces leña que le alcanzaba papá al pasar de vez en cuando para el otro campo. Actualmente, esa Ford A está acondicionada por un señor de la ciudad de Colonia que la arregló como de colección y quedó preciosa.

También debo destacar lo que me decía una clienta que llevé a operar que ella como vecina de mis padres vio su esfuerzo y sacrificio para levantarse a ordeñar a mano desde las 2 de la madrugada, luego arar turnándose para ir a hacer el queso, plantar frutales, dar de comer a los chanchos o atender a una cantidad de terneros guachos (criados aparte de sus madres).

Lo que a mí me tocaba de todo eso era limpiar una enorme casa de campo y ayudar a preparar la comida antes de salir para la escuela a 3 kilómetros en bicicleta o a caballo (en mi querido petiso Chongo) a las 8 de la mañana. Se me hacía difícil en aquel momento y recuerdo que a veces recibía algún reto (que incluía unos chirlos con el arreador odiado que colgaban atrás de la puerta de la cocina) por dejar mal peladas las papas o esconder la basura debajo de la alfombra en vez de juntarla, pero tenía 8 años y era toda una responsabilidad.

Ahora agradezco ese aprendizaje obligado que me permite hacer mi trabajo y cumplir con múltiples actividades. Un último recuerdo de ese período que siempre les cuento a mis hijos una sola vez dije “estoy aburrida”, ya que a los 5 minutos tenía una azada en mi mano y tuve que carpir todo el enorme patio de mi casa como penitencia por quejarme de aburrimiento. Creo que nunca más se me hubiese ocurrido repetir esa expresión tan común en nuestros días, donde los chicos viven un aburrimiento permanente. Sería bueno tener más azadas y patios para limpiar en vez de las famosas maquinitas o los ciber café que supuestamente son el único paliativo para esa sensación.

De esa época también agradezco los recuerdos inolvidables de las comidas en familia con pasteles al horno amasados por mi madre, las meriendas en el patio debajo del parral y la glicina, donde se reunía la familia y los vecinos que quisieran. La casona grande de campo que me cobijó en la infancia me dejó marcas indelebles que han sido puntal el resto de mi vida para actuar en cada situación.

Parece como si los tiempos hace 40 años eran diferentes. A pesar de que viajaba varias veces al pueblo, en el día había momentos como las comidas o el recibir visitas que eran muy importantes. El contacto con los animales que cada uno debía cuidar era muy gratificante. Por ejemplo, yo tenía mi perrito, mi gato, la gallina que ponía su huevo diario en mi alfombra, un ternero, un tero y un petiso llamado Chongo que me traía a la escuela a veces. Con mi petiso compartía mucho tiempo porque era muy manso y me seguía a todos lados fuera del jardín. Con mi hermano íbamos a deschalar en las parvas de maíz y nos seguían nuestros animalitos.

Siempre recuerdo el respeto que le tenía a mi padre y lo rezongona que era mi madre y años después de fallecido me parece verlo a mi papá tal alto y sereno con la palabra justa y su gesto tranquilo. Era un remanso en momentos de angustia. Siempre un término medio, buscando coincidencias y viviendo a su manera. Y bueno, por lo menos tengo dos hijos varones que se parecen a él, uno en lo físico y otro en el carácter. Aprendí mucho, pero lo fundamental es a ser feliz a pesar de todo y sin preocuparme la opinión de quienes no están en nuestro círculo cercano. Bueno, hasta aquí llego con la nostalgia sino se me complican las lágrimas y quiero que solo compartan con alegría esos recuerdos hermosos.

Por: Raquel Oudrí.


PROXIMOS EVENTOS

 

PRÓXIMOS EVENTOS


OCTUBRE:
Jue 3: Clase abierta sobre vino en la Escuela del Hogar.
Jue 3: Sergio Gonal en el Rex.
Vie 4: Cata de Vinos del Rotary.
Sab 5: Bran Bingo por la Teletón.
Sab 5: Cena Aniversario de Pompeya FC.
Dom 6: Tercera Travesía de MTB.
Sab 12: Bingo a beneficio de La Nueva Reina del Empuje.
Sab 19: Caminata por la Vida de “Caminemos Juntos”.
Sab 19: Fiesta del Reencuentro por los 75 años del Liceo.
Sab 19: Los Del Paso en el Rex a beneficio de la Teletón.
Dom 20: Festejo por los 90 años de Peñarol de Tarariras.


 

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