“La falta de agua que hay en el campo es muy grave. Desde el año 2008 que no veíamos algo así” -comenzó contando a TararirasHOY Nahuel Borgogno, quién junto a su familia son productores de frutales en la zona de Paso Sena desde hace más de 15 años. “Debería llover entre 200 y 300 mm en estos primeros meses del año, porque arrastramos desde el 2018 a esta parte, un déficit hídrico de unos 400 mm en esta zona” -nos dijo observando sus propios registros anuales.
Y no solo es un problema a nivel superficial, porque esta falta se da también en las aguas subterráneas y cursos de agua.
“El curso del arroyo Miguelete que pasa por nuestro campo, está a punto de cortarse, por eso digo que esto no se revierte con una lluvia así nomas. En enero se necesitarían de abundantes lluvias como para comenzar a regularizar la situación, pero vemos lejano que eso pase. Obviamente que cada lluviecita ayuda -sobre todo a los cultivos activos- pero debería llover lentamente por lo menos una vez por semana, aunque lamentablemente el clima no está tan regular”.
Ellos tienen un sistema de riego pero no es lo mismo, los árboles y plantas asimilan de otra manera el agua de lluvia.
“Esta situación de pandemia nos ha mostrado que podemos prescindir de los viajes y un montón de cosas más, pero no podemos prescindir de los alimentos y por suerte Uruguay tiene buenos suelos para ello, pero necesitamos del agua” -finalizó reflexionando.
Así que estamos hablando de una situación crítica para todos los productores rurales.