El pasado martes 30 de mayo, el grupo
de tercer año de la Escuela Nº142 de la Maestra Teresita Pagua,
visitó la Biblioteca Castillo Infantil.
Escucharon el cuento: “Un puñado
de semillas”, leído con mucho amor por la maestra Estela Santa
Cruz. El cuento narra que una niña llamada Concepción, tuvo una
vida difícil, triste y dura. Muere su abuela quedándose sola por lo
que debe irse a la ciudad, llevándose un puñado de semillas como le
enseñó su abuela. La ciudad le pareció muy fea. Se encontró con
niños ladrones que la invitaron a quedarse con ellos. Los niños
robaban, Concepción trabajaba, sembraba las semillas y... guardaba
un poco. Un día llegó la policía, castigó a los niños y rompió
el sembrado de Concepción. Como guardó semillas, volvió a plantar
pero esta vez... sus amigos le ayudaron. Todos tuvieron comida y
enseñaron a los otros niños a sembrar.
Con este cuento aprendimos que:
“Siempre debemos tener esperanzas”. “Los mayores que nos
quieren nos enseñan y nos dan las herramientas para salir adelante”.
“Siempre podemos corregirnos y cambiar la actitud, debemos poner
ganas y voluntad”. “Es muy lindo vivir de nuestro trabajo y no
robar”.
Reflexiones con el final del libro:
En el mundo existen muchos millones de
niños abandonados. Al igual que Concepción, la niña de esta
historia, logran sobrevivir gracias a su coraje, ingenio y
perseverancia para encontrar día tras día comida, abrigo y un lugar
donde dormir.
Pero en medio de este duro trabajo
diario, la comunicación y el entendimiento pueden convertirse en
valiosas armas para la sobrevivencia. Surge entonces la solidaridad y
la esperanza que, al ser compartidas, se propagan como las semillas
que sabiamente la abuela dejó a Concepción.
A todos ellos, a todas las niñas y
niños abandonados, está dedicado este libro. También a los que
tienen familia, comida y un lugar donde vivir, porque los libros nos
ayudan a comprender las vidas y los sentimientos de los demás. Nos
enseñan a ser tolerantes y solidarios con las personas que nos
rodean: con los que tienen mucho, los que tienen poco y también con
los que tienen sólo esperanza.
Los libros son como un puñado de
semillas: retoñan en mentes despiertas y cultivan en nosotros el
deseo de construir un mundo mejor.
¡Gracias a “Castillo Infantil” y a
todas las personas que con tanto amor y dedicación allí trabajan!