Ayer -lunes 16 de julio- Tarariras se unió a una movilización en reclamo por más seguridad. Esta movida “nació” en la ciudad de Colonia del Sacramento, en repudio a los reiretados y violentos robos que vienen sucediendo a lo largo y ancho de todo el departamento.
A nuestra ciudad, la invitación llegó
mediante un grupo de Whatsapp integrado por muchos comerciantes
locales, los que espontáneamente se organizaron para llevar adelante
la misma, logrando una adhesión cerca a los 200 comercios.
La consigna fue la siguiente: cerrar
los comercios de 17:30 a 18:30 horas, colocar la Bandera Uruguaya y
un lazo amarillo en la puerta o vidriera de los mismos y durante esa
hora concentrarse en la plaza Joaquín Suárez, donde se leyó la
siguiente proclama:
“16 de julio de 2018
Al Sr. Presidente de la República
Dr. Tabaré Vazquez
Al Sr. Ministro del Interior Don
Eduardo Bonomi
A los Sres. Integrantes de la Cámara
de Senadores de la República
A los Sres. Integrantes de la Cámara
de Diputados de la República
A los Sres. Ministros, Jueces y
Fiscales del Poder Judicial
Al Sistema Político todo:
La ciudadanía del dpto, reunida en
la Plaza Pública sin distinción de pertenencias partidarias,
religiosas, género, nacionalidades, profesiones, ni ocupaciones
EXPRESAMOS a Uds. lo siguiente:
La gran preocupación y alarma por
el deterioro de la seguridad pública en nuestra ciudad que ha vivido
en los últimos días una cantidad de hechos muy graves a los que no
estamos acostumbrados en esta localidad, una de las más tranquilas y
seguras del país. Hemos sufrido copamientos en pleno día, varios
asaltos a mano armada el mismo día a comercios, hogares y
repartidores callejeros además de las rapiñas cotidianas de larga
data. Este abrupto incremento de la delincuencia y la amenaza de que
Colonia se convierta en otra plaza dominada por los delincuentes como
ya sucede en muchas ciudades del Uruguay ha incrementado el temor a
circular, a caminar en vía pública después del atardecer, incluso
durante el día, a realizar cualquier actividad que implique
desplazarse con dinero u otros valores, a permanecer en nuestras
viviendas sin tomar notorias medidas de defensa.
Siendo esta problemática más
tardía aquí que en otros lugares del país, tenemos claro cuál es
el futuro que nos espera si no se toman medidas contundentes para
evitar males mayores. Y que si se actúa rápidamente se podrá
exterminar el mal antes de que crezca a niveles incontrolables.
Lamentablemente, la realidad del
Uruguay nos muestra que el problema de la Seguridad Pública se ha
agravado en todo el país a pesar los reclamos ciudadanos, incluso
por situaciones mucho más graves que las nuestras. Y que el Estado
por medio de las instituciones que lo componen no ha sido capaz de
revertir la ocurrencia de los delitos, sino que los mismos se
incrementan permanentemente en forma exponencial. La consecuencia es
que los ciudadanos viven angustiados y con miedo y los delincuentes
“disfrutan” de las mejores condiciones imaginables para crecer y
prosperar beneficiados por leyes permisivas y políticas que les
permiten el más amplio accionar. En Uruguay los delincuentes no le
tienen miedo a la Policía, ni al sistema judicial, ni a al
encarcelamiento, en cambio los ciudadanos sí tienen miedo a la
delincuencia y el Estado mira para otro lado y se desentiende de su
responsabilidad.
DENUNCIAMOS entonces la
rotura y el incumplimiento del Contrato Cívico, Civil y Social que
vincula al Estado con sus ciudadanos mediante el cual los últimos
ceden el uso de la fuerza para su legítima defensa y pagan impuestos
al primero para poder desarrollar sus actividades en paz y seguridad.
Los ciudadanos pagamos cada vez más impuestos y el Estado nos brinda
cada vez menos seguridad, permitiendo por omisión el caos y el
deterioro de la calidad de vida en todas las actividades que se
desarrollan.
EXIGIMOS: A las autoridades
mencionadas y a los funcionarios subalternos en su calidad de
gestores y responsables del cumplimiento de las obligaciones del
Estado para con la ciudadanía:
1) Que realicen su labor con
eficiencia y eficacia, cumpliendo con su deber de aportar el trabajo
necesario para buscar las soluciones y por el cual se les paga sus
sueldos. Que encaren sus tareas con el debido sentido patriótico y
compromiso muy declamado pero poco cumplido.
2) Que enfoquen sus esfuerzos con
determinación y valentía en la verdadera solución del problema de
la seguridad, abandonando especulaciones y defensa de intereses
sectoriales sean políticos, corporativos u otros.
3) Artigas dijo: Mi autoridad emana
de vosotros y desaparece ante vuestra presencia soberana. Hoy el
Soberano está de pie en Colonia y con el debido respeto y el
soberano derecho exige al Estado el cumplimento del Contrato.
4) RECLAMAMOS a quienes no se
sientan capaces de cumplir con su deber por falta de idoneidad, por
falta de voluntad o disposición al trabajo que RENUNCIE a su
puesto, dejando el lugar a individuos que con sentido del deber y
patriotismo encaren las importantes tareas necesarias para revertir
esta situación.
5) Si no se produce un golpe de
timón en el enfoque y tratamiento del problema de la Seguridad
Pública, Uruguay seguirá deslizándose hacia una penosa degradación
y barbarie impropia de este país en el Siglo XXI. Y la
responsabilidad será exclusiva de las jerarquías y funcionarios que
no han sabido cumplir con sus deberes quienes serán señalados por
la historia como culpables del colapso.
6) Finalmente, EXHORTAMOS a
las autoridades y funcionarios a compenetrarse y comprometerse junto
con la ciudadanía en la búsqueda urgente y contundente de la
solución de esta problemática, en el entendido de que nada podrá
lograrse sin la participación y el esfuerzo de todos los uruguayos.
CIUDADANOS DE COLONIA”.
Cabe recordar que nuestra tranquila
ciudad, últimamente a sufrido varios hechos de hurtos y algunos con
bastante violencia como éste, que tuvo hasta disparos de
armas de fuego.
Por último se debe mencionar que
también se sumaron a la misma, muchas personas que no son
comerciantes, pero que sintieron el deber de acompañar en esta
movilización, la cual recorrió a pie varias cuadras de nuestra
ciudad.