Las enfermedades autoinmunes convierten al cuerpo humano en
nuestro mayor enemigo, de ahí la complejidad en su diagnóstico, tratamiento y
cura. Con motivo de una jornada sobre estas patologías en la Fundación Ramón
Areces, SINC ha charlado con Anne Davidson, investigadora del Instituto
Feinstein de Manhasset (EEUU) y experta en lupus, un trastorno que afecta en
España a unas 40.000 personas.
El lupus es una enfermedad autoinmune de la que desconocemos
realmente las causas. Si sabemos que en su desarrollo existe un componente
genético y hereditario y que probablemente tiene un componente ambiental, pero
no entendemos bien qué la produce. La mayoría de los pacientes cuando
desarrollan lupus no tienen síntomas específicos, se sienten cansados y
febriles. Poco a poco sobrevienen otros, como dolor en las articulaciones y
lesiones en la piel (normalmente en las zonas expuestas al sol).
Al ser una enfermedad crónica, ¿cuáles son los riesgos con
el tiempo?
Puede haber inflamación de los órganos vitales: los riñones,
el revestimiento del corazón y los pulmones, etc. Incluso podría darse una
inflamación en el cerebro, que causaría dolores de cabeza e incluso problemas
mayores en la función cerebral.
¿Cómo es vivir con
lupus?
Aunque los pacientes parecen estar bien, no se sienten bien
incluso cuando sufren periodos de remisión de la enfermedad. Por eso es tan
importante para las personas enfermas de lupus entender la importancia de una
vida lo más saludable posible. Por ejemplo, deben hacer ejercicio. Claro que
este debe ser más gradual y menos vigoroso que una persona que esté
completamente sana, pero puede ser muy útil para sobrellevar la enfermedad.
¿Y qué me dice de la
dieta o el tabaco?
El tabaco es un riesgo en el desarrollo de enfermedades
autoinmunes, incluido el lupus. Por ello se recomienda dejar de fumar a los
pacientes. Las personas con lupus tienden a desarrollar enfermedades
cardiovasculares antes que el resto de la gente. Es más, sabemos que es una
causa de muerte en estos pacientes. Por ello es fundamental que ellos se cuiden
en este sentido. Con respecto a la dieta, lo principal es que no se llegue a
tener sobrepeso.
El problema es que los pacientes de lupus suelen ser muy
jóvenes, por lo que es complicado que sean estrictos con estas indicaciones…
Desde luego. A veces la gente joven con trastornos
autoinmunes no se cuida de forma oportuna y están enfadados con la enfermedad.
Pero lo que tenemos que hacer es apoyarlos y persuadirlos para que dejen los
malos hábitos que pueden provocar serios problemas de salud. Piensa que van a
convivir con lupus hasta los 80 años, al menos si se tratan correctamente. Por
el contrario, si una persona con lupus fuma y no se cuida adecuadamente, no
llegará a cumplirlos.
¿El lupus es una
enfermedad hereditaria?
Suele ser un rasgo de familia y existe un componente
genético. Pero el riesgo no es tan grande como se cree. Para los gemelos
idénticos es del 30%, pero para hermanos y hermanas solo es del 2 o 3%, al
igual que de madres a hijos. Es común, sin embargo, que los hijos puedan
desarrollar otro tipo de enfermedades autoinmunes, como tiroides o diabetes,
porque algunos de los genes que causan lupus también pueden causar este tipo de
enfermedades.
Supongo que será una de las grandes preocupaciones de los
pacientes…
Yo les digo a los pacientes que no deben preocuparse de más
por esto, que el riesgo no es muy alto. Pero les recomiendo estar alerta y, si
notan algún síntoma en sus familiares, que intervengan para que no se retrase
el diagnóstico, como suele pasar con el lupus. De hecho en mi institución
estamos haciendo un estudio sobre las hermanas de pacientes con lupus, queremos
entender cuáles están en peligro ya que sabemos que tienen un riesgo añadido.
En definitiva, buscamos predictores de la enfermedad.
¿Y cuáles son los
nuevos tratamientos para la enfermedad?
Se está trabajando en cosas muy interesantes. Una hipótesis
emergente sobre su origen es que el lupus se debe a una excesiva respuesta del
cuerpo ante la muerte celular. Miles de millones de nuestras células mueren
cada día y el cuerpo debe afrontarlo sin activar su sistema inmune. Lo bueno es
que se ha avanzado mucho en inmunología general, ahora comprendemos mejor cómo
actúan los diferentes jugadores que intervienen en esta patología, por lo que
puede ser más fácil enfocar las terapias. Hay un montón de nuevos tratamientos
en desarrollo, o que están siendo probados, y la comunidad científica tiene
muchas esperanzas en que alguna de estas terapias funcione.
¿Para cuándo la cura
para el lupus?
Bueno, eso otra historia. Ahora queremos entender quién está
en riesgo de desarrollarlo y cómo podemos intervenir antes de que tenga algún
síntoma, es decir, cómo podemos identificar a la gente que va a tener lupus. El
primer paso es actuar con los miembros de la familia, identificar el riesgo
genético. Tenemos que ser capaces de identificar a estos individuos, intervenir
para que su sistema inmune no se active, hacerlo de una forma segura y tan
pronto tengamos el diagnóstico. Desafortunadamente, los pacientes de lupus han
sufrido anomalías en su sistema inmune muchos años antes de diagnóstico, lo que
complica su tratamiento. Lo ideal sería intervenir antes, porque lo que hacemos
ahora es tratarle cuando ya está enfermo con un cóctel de medicamentos.
FUENTE: SINC