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Quincho visto desde atrás |
Dicen que el uruguayo es tranquilo. Puede ser. En esta ocasión la gran mayoría del pueblo prefería el Quincho donde estuvo siempre, sin traslado y no se hizo marcha alguna ni protesta popular. Pero la gente se hizo sentir igual. En el hablar a diario con el vecino, en la carnicería, en el almacén o en la panadería. Las instituciones lo hicieron a través de la prensa y los Ediles mandaron una carta firmada por todos al Municipio. El pueblo se hizo sentir y el Quincho quedará donde está y donde debe ir, a menos que se encuentre un lugar para mejorar y no como en este caso para cumplir el capricho de alguien.
El pasado lunes, los concejales se reunieron con el Club de Leones sin la presencia de la Alcadesa Diana Olivera, para explicar que en el consejo se había tratado el tema pero no se había votado. La interna del Club de Leones está dividida debido a este tema.
TararirasHOY recibió un comunicado de parte de la Alcaldesa el pasado 9 de abril en donde en parte decía lo siguiente:
"los técnicos llevaron adelante el proyecto que hoy se viene ejecutando, donde no se contemplaba el funcionamiento del Quincho, debido a que la construcción de veredas sobre la Avda y la senda transversal no permite el acceso al mismo con vehículos para carga y descarga de por ejemplo la leña para hacer los asados, además de la estética del parque. El traslado fue tratado en el Concejo y aprobado, y comunicado y conversado con los interesados (Mesa del Club de Leones); así como también se conversó con el Sr. Intendente en su última visita a Tarariras el pasado lunes 4 de marzo el cual manifestó estar de acuerdo con el traslado del mismo..."
En este comunicado enviado a nuestro mail decía que el consejo había aprobado el traslado cuando no era cierto, solo había tocado el tema y algunos concejales manifestaron estar de acuerdo en el traslado pero siempre y cuando fuera para mejorar, además lo que manifestó el intendente era que él no se oponía al traslado si decidían hacerlo.
El pasado martes 16 en sesión extraordinaria en el Municipio verdaderamente sí se votó el tema del traslado del Quincho. Estaban tres de los cuatro concejales: Federico Pons, Mirtha Pacheco y Antonio Gonzalez (faltando Ademar Cordones) y la Alcaldesa Diana Olivera. La votación salió 3 a 1 a favor de que el Quincho se quede donde está. El único voto en contra fue lógicamente el de la Alcaldesa según TararirasHOY pudo saber.
Ahora se puede entender lo del apuro por el traslado. Se acondicionó el lugar elegido por la Alcaldesa, ya que nadie más eligió el lugar y se procedió al cambio con la aceptación del Club de Leones que creyó lo que la Alcaldesa dijo. Opiniones divididas dentro del propio Club de Leones y la gran mayoría en contra frenaron la construcción que era inminente. Pero si el Quincho se hubiera trasladado, no se hubiera movido más porque no se iba a volver a gastar para traerlo al lugar original.
La resolución oficial del Municipio con fecha del 17 de abril decía lo siguiente: "Cumplimos en informar a ustedes que en el día de ayer en sesión extraordinaria del Consejo Municipal, estando presentes cuatro de los cinco integrantes del Municipio, fue presentada y votada la moción de no trasladar el Quincho del predio de AFE y la misma fue aprobada no por unanimidad, tres a uno; revocándose las dos decisiones que fueron tratadas con anterioridad."
Hay que aclarar que lo que dice la última parte del comunicado oficial, las decisiones tratadas con anterioridad no fueron decisiones votadas por consiguiente no hay que revocar nada. La alcaldesa debería entender que el Municipio es un consejo votado popularmente donde hay 5 miembros de diferentes partidos y se vota entre todos las cosas que interesan a la ciudad. No es un consejo donde uno dice que hay que hacer y se hace como ese quiere, sino sería una Monarquía y eso hace muchos años que se dejó de usar.
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(El Quincho seguirá donde está, como la mayoría del pueblo quería) |
Ahora solo faltaría realizar un beneficio en el Quincho pero la recaudación debería ser para el propio Quincho y así de esta manera poderlo embellecer.
Por: Hector Osmir González