La lectura comienza sin darnos
cuenta, mucho antes de lo que creemos, mucho antes de “ponernos a
leer”
Con enorme placer, alumnos, docentes y
algunos padres, disfrutamos en la Biblioteca “Castillo Infantil”.
Alumnos cuentan la experiencia de esta manera:
El día viernes 12 de abril nos
encontramos todos en “Castillo Infantil” a la hora 10:00, René ,
Estela y otros colaboradores nos recibieron.
Nos repartimos en dos grupos, los
grandes y los chicos, nosotros los grandes fuimos a un salón con
René y el otro grupo se quedó con Estela.
A nosotros nos leyeron primero el
cuento de Daniel Baldi “La botella F.C” que se trata de niños,
todos amigos que jugaban al fútbol en el mismo equipo.
El segundo cuento que nos leyó fue “El
rey mocho”. Era de un rey que le faltaba una oreja y el único que
lo sabía era su peluquero que le cortaba cada mes el pelo por debajo
de la peluca que usaba.
Un día el peluquero se murió,
entonces encontró otro peluquero, el rey le pidió que no dijera
nada o lo mataba. Pero como el nuevo peluquero no se aguantaba de
decir que al rey le faltaba una oreja, hizo un pozo y gritó -El rey
es mocho, no tiene oreja por eso usa peluca vieja. Cuando empezaron a
crecer las cañas que se plantaron en ese lugar, vino un señor y
arrancó una, comenzó a soplar como si fuera una flauta y de la
flauta salía: “El rey es mocho, no tiene oreja por eso usa peluca
vieja” Si quieren saber como termina este cuento vayan a Castillo
Infantil.
“Lucas se ha perdido” nos leyeron
al grupo de los chicos.
“Había una vez un conejo que cumplía
años, se levantó y vio muchos regalos y un globo rojo. Toda la
familia fue a ver como abría sus regalos. Uno de ellos fue entradas
para Tierra de conejos. Se prepararon para ir, llevaron la merienda,
Lucas los guió. Lucas no se podía subir a los juegos que quería
porque era muy pequeño.
Luego de subir a un castillo inflable
se perdió y se largó a llorar, conejos mayores lo rodearon. Después
la madre lo encontró y le dijo- “suerte de tu globo”. Luego
comieron y festejaron el cumpleaños.”
Después dentro de la biblioteca, ambos
grupos pudieron elegir y revolver entre los estantes para disfrutar
de tantos bellos libros. Nosotras las docentes también seleccionamos
otros para compartir en la escuela, hubo padres que eligieron,
junto a sus hijos, algún libro para llevar a su casa.
Ya en la escuela todos juntos
compartimos los cuentos, escuchando a uno y otro grupo, quienes
fueron ahora los narradores entusiastas.
Una vez más la escuela agradece a
quienes con tanta dedicación y alegría realizan esta tarea en la
Biblioteca, contagiando a niños, docentes y padres el goce de tener
un libro en sus manos.