![]() |
| (Arriba: Los niños aprenden de forma vivencial los conocimientos. Abajo: Jóvenes trabajando en el vivero del Paso Sena) |
Días pasados nuestros amigos nos
deseaban un feliz 2014; esto es para nosotros que se repita lo vivido
en el 2013, sobretodo por lo compartido con niños y adultos en las
Escuelas como con los jóvenes en los campamentos educativos en Paso
Sena.
En cuanto al proyecto Ser Nativos,
desarrollado en las Escuelas Nº 38, 54,118 y 125, los niños
aprendieron sobre flora y fauna; dejaron plantados en sus parques,
pequeños bosquecitos que son bibliotecas vivientes para que ellos y
otros alumnos, a lo mejor sus propios hijos, continúen este
aprendizaje.
También aprendieron sobre música,
cerámica, pintura, quinchado de paja, artesanías en caña,
crustáceos, cuero y tela. Todo con motivos y sonido de nuestra
cultura originaria.
Hicieron largos viajes en el tiempo
conociendo los valores, conductas y demás saberes, como encender el
fuego con piedras o frotando palos. Pudimos redescubrir el
extraordinario potencial pedagógico de la leyenda, que aporta
conocimientos, valores y acontecimientos históricos en ese lenguaje
mágico que el niño comprende y disfruta.
Otro capítulo fueron las jornadas de
capacitación de productores y educadores ecosistémicos, que
tuvieron y tienen el ambicioso y urgente propósito de que jóvenes
urbanos levanten su mirada hacia la tierra y la vean como lo que es:
vasta y generosa, fuente de vida donde todos sus sueños son
posibles.
Mes a mes una treintena de jóvenes de
Montevideo y nuestro Departamento aprendieron acerca de múltiples
tareas y producciones rurales para poder ser eficientes, viviendo
digna y responsablemente del campo, preservando los recursos para las
generaciones venideras y trasmitiendo estos saberes, como varios
jóvenes lo hicieron acompañándonos en las escuelas durante el
2013.
Bajo el lema de que todos somos
aprendices y maestros, cada cual brindó lo que sabía y aprendió
del otro cosas simples, cotidianas y prácticas, para sueños
posibles y disfrutables en un ambiente afectuoso y alegre, que hizo
llevadera la intensa labor aún en climas extremos de frío o de
calor.
Aprendiendo sobre producción de
plantas frutícolas, aromáticas, medicinales y ornamentales nativas,
apicultura, ganadería y lechería con pastoreo racional,
construcción y carpintería rural, flora y fauna nativa, artesanías,
huerta y otros tantos conocimientos de forma práctica.
Hoy, un gran porcentaje de ellos están
trabajando en la tierra, demostrando que el repoblamiento rural es
posible y como testimonio de esto basta con acercarse a una chacra de
seis hectáreas en Punta Espinillo, del Montevideo rural, donde una
creciente huerta aporta alimentos a las familias de varias de los
asistentes de estos Campamentos y reproducen el entusiasmo en otros
jóvenes urbanos que piden ser parte de esta tan necesaria aventura
para nuestro país, que tiene su gran riqueza en la tierra pero casi
toda su gente en la ciudad.
Todos tenemos algo para ofrecer y tanto
nuestros niños y maestros en las escuelas como nuestros jóvenes,
necesitan de lo que cada cual le aportemos. No es nada complicado, es
solo disponerse a construir la sociedad que soñamos, en lo que nos
rodea, en lo cotidiano.
Todos tenemos una escuela cerca, todos
conocemos jóvenes a quienes podemos aportarle algo en bien de sus
vidas.
Por el invalorable aporte a estos
logros felicitamos y agradecemos a: docentes y padres de las Escuelas
Nº 38, 54,118 y 125, a la Intendencia Municipal de Colonia a través
de sus representantes Juan Carlos Planchón y Roberto Senosiaín, al
Grupo Basquadé, Fundación GURI de Australia a través de Walter
Martínez, INIA Las Brujas a través de Danilo Cabrera y Aníbal
Cuchman.
Un fraterno abrazo a toda nuestra
comunidad.
Casa Pueblo Arcoíris
UNAMU - Uruguay Natural
Multiproductivo.
