(Opini贸n por Daniel Bianchi) |
Hace algunos d铆as un inesperado
cimbronazo sacudi贸 los estamentos del Gobierno Departamental de
Colonia, y puso al departamento, una vez m谩s, en el ojo de la
tormenta
Y, una vez m谩s, por un tema que no
reporta nada bueno.
Todo surgi贸 a partir de una
publicaci贸n del diario “El Observador” que, bajo el t铆tulo
de “Colonia en riesgo de perder su condici贸n de Patrimonio
Hist贸rico de la Humanidad”, daba cuenta de tal posibilidad
debido a su “mal estado”.
No obstante, ya en el segundo p谩rrafo
se aclaraba que se trataba de una estimaci贸n realizada por “expertos
y vecinos”, no por autoridades de la Organizaci贸n de las Naciones
Unidas para la Educaci贸n, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Afortunadamente.
La nota daba cuenta que el s谩bado 1潞
de febrero venc铆a el plazo impuesto por la UNESCO para que Uruguay
demostrara su grado de avance en la conservaci贸n del Barrio
Hist贸rico de Colonia del Sacramento, designada Patrimonio de la
Humanidad el 9 de diciembre de 1995. Y agregaba declaraciones del
experto Jorge Benavides Sol铆s, representante del Consejo
Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) -una asociaci贸n civil
no gubernamental ligada a la UNESCO, con sede en Francia- se帽alando
que “en el 煤ltimo de los siete informes (de la UNESCO), se
constata la necesidad de tomar medidas concretas para su protecci贸n
porque se deja entender que no se ha hecho suficiente”. Y corre
el riesgo, en consecuencia, de pasar a la Lista de Patrimonio en
Peligro y, de ah铆, directamente a su supresi贸n.
La ciudad, nacida por imperio de
decisiones tomadas al amparo de estrategias militares, es visitada
hoy por turistas de todo el mundo. Su casco antiguo, conocido como
Barrio Hist贸rico -planificado conforme al estilo portugu茅s (calles
angostas de piedra) y distante del prolijo damero espa帽ol y los
edificios principales levantados en torno a la Plaza Mayor- cubre
doce hect谩reas del extremo oeste de la ciudad, en las que se enlazan
exitosamente tres estilos arquitect贸nicos: el portugu茅s, el espa帽ol
y el post-colonial.
Lo que se ha hecho en los 煤ltimos a帽os
desde los gobiernos Departamental y Nacional por su preservaci贸n, ha
sido muy poco, y de hecho, no son pocos los edificios en peligro. Sin
embargo, para la Comisi贸n del Patrimonio Cultural de la Naci贸n
(CPCN), dependiente del Ministerio de Educaci贸n y Cultura (MEC), la
categor铆a del sitio no corre ning煤n riesgo.
La UNESCO determin贸 en julio de 2012
una serie de disposiciones que Colonia deb铆a cumplir. Una de ellas,
era la aprobaci贸n local y nacional del Plan de Gesti贸n presentado
al organismo ese mismo a帽o, y otra era la reformulaci贸n del Consejo
Ejecutivo Honorario (CEH), ya que el anterior hab铆a quedado
inoperante en 2011 por el alejamiento de varios de sus integrantes
como consecuencia de desavenencias entre ellos, por un lado, y la
CPCN y la Intendencia, por otro.
La CPCN sostiene que Uruguay atendi贸
las tres exhortaciones de la UNESCO. Pero no es as铆.
El Plan de Gesti贸n nunca fue votado
por la Junta Departamental, y de hecho fue presentado ante la UNESCO
-y en ingl茅s- antes que en Uruguay. Y adem谩s, el CEH sigue sin
funcionar desde su desarticulaci贸n, sin que se haya aceptado la
renuncia a quienes se alejaron ni se hayan hecho nuevas
designaciones. Las responsabilidades de la CPCN -que admite que se
debe hacer mucho m谩s por la conservaci贸n- son inmensas.
Y las de la Intendencia no le van en
zaga.
En efecto, no han sido excepciones las
apariciones de maquinaria pesada trabajando sin realizar ning煤n tipo
de prospecci贸n arqueol贸gica, ni el hecho de que se ha permitido
desde la propia Intendencia -cuando no directamente promovido- la
edificaci贸n de inmuebles que violan la altura m谩xima permitida, que
se modifiquen las fachadas existentes con el uso indiscriminado de
colores encendidos o se altere el estilo arquitect贸nico, ya en el
Barrio Hist贸rico, ya en la zona de amortiguamiento establecida por
la Junta Departamental.
El problema requiere l铆neas de acci贸n
sensatas, formales, que se establezcan como objetivo recuperar no
s贸lo el Barrio Hist贸rico, sino adem谩s la Plaza de Toros -hoy en
peligro de derrumbe y en medio de un tard铆o y lento proceso
licitatorio de recuperaci贸n al que se presentaron cuatro empresas-,
el deteriorado Front贸n de Pelota de Mano mal utilizado como dep贸sito
de motos decomisadas, el Hotel, el Casino y la Usina El茅ctrica que
formaban parte del Complejo Mihanovich.
La Intendencia ha fallado en cuanto al
control urban铆stico, ha desatendido las obras autorizadas en el
sitio y ha soslayado la ejecuci贸n de obras necesarias para
preservar, restaurar y mantener los principales edificios.
Hoy a煤n podemos referirnos a ellos
como inmuebles deteriorados, pero lo cierto es que varios avanzan
ineludiblemente hacia un estado ruinoso si las autoridades no definen
r谩pidamente un plan de puesta en valor.
Y deber谩n hacerlo r谩pidamente si no
quieren llevar sobre sus espaldas, por el resto de sus d铆as, la
pesada carga de saber que Colonia del Sacramento perdi贸 su calidad
de Patrimonio de la Humanidad, culpa de la indiferencia y el abandono
de sus actuales gobernantes.