El pasado viernes 28 tal y como se anunció, se realizó en el salón de actos de la Iglesia
Evangélica Valdense por cuarta vez consecutiva el Homenaje a las
Mujeres 2014, organizado por la Comisión de Acción Social y Género
del Municipio de Tarariras.
Esta emotiva ceremonia contó con la
conducción de Johana Aranda y Horacio Viera; y los presentes
pudieron disfrutar de las excelente interpretaciones del Grupo
Chimelón, provenientes de la ciudad de Colonia Valdense. Realizaron
una oratoria la Alcaldesa de Tarariras, Sra. Diana Olivera y la
presidenta de la comisión de Acción Social y Género, Sra. Raquel
Oudrí.
Recordemos que este homenaje se realiza
en el mes de marzo por celebrarse el 8 de este mes, el Día
Internacional de la Mujer. Este año el evento estuvo enmarcado en
los festejos del 95 aniversario de nuestra ciudad. En esta
oportunidad se homenajeó a 16 mujeres que como en los años
anteriores fueron propuestas por la población.
A continuación les dejamos la lista de
las mujeres homenajeadas 2014 acompañado de una pequeña historia de
cada una de ellas.
Mabel Miranda “Tita”:
Ella es una mujer que se desempeña
como comerciante. Cuando tenía 33 años comenzó como ayudante en la
carnicería de su padre, quedando luego a cargo de la misma, algo
poco común 40 años atrás.
En marzo de 1983, exigencias en cuanto
a las dimensiones del local, motivaron a que no pudiera seguir con la
carnicería. Actualmente sigue trabajando como comerciante en el
almacén que posee en calle Ansina.
Zulma Pino:
Nació en Barker, estudió en el liceo
de Rosario, para asistir luego al Instituto de Formación Docente en
Montevideo. Comenzó su carrera docente en Caraguatá (Tacuarembó),
para después llegar a la Escuela 38, donde trabajó hasta su retiro.
Fueron muchos los alumnos que pasaron por el aula de Zulma. Maestra
de alma, continúa hoy su labor, trabajando junto a su esposo en la
pastoral social de la comunidad católica de Tarariras, tarea que
desempeña con gran gusto y placer.
Nelly Vigliem:
Empezó a trabajar cuando aún no
estaba recibida porque faltaban maestras, ya en 1950 hizo suplencias
en la Escuela 38, y cuenta que recuerda siempre un grupo de jardinera
donde había un pequeño niño cantor, que cantaba letras de murgas.
Ese niño hoy es el maestro Mario Rivero. Se recibió en 1953 y
comenzó como muchos, trabajando en escuelas rurales. Eran las
escuelas de antes: caminos de tierra, cruzar arroyos en carros
tirados por 4 caballos si quería volver a casa. Trabajó 8 años en
su recordada Escuelita 68 de San Luis. Fue maestra fundadora del
Colegio San José y luego llegó a la Escuela 38 donde trabajaba de
mañana y a la tarde lo hacía en el Liceo.
Así lo hizo por 24 años hasta su
retiro y en ese momento volvió al colegio donde trabajó 10 años
más. Hoy a sus 82 años aún recibe el saludo de algunos de sus
alumnos para su cumpleaños o el día del maestro.
Beatriz Mesa:
Beatriz Mesa:
Ella se desempeña como trabajadora
rural. Beatriz quedó viuda muy joven, con cuatro hijos pequeños a
su cargo, con todo lo que ello significa: brindar contención,
educación, ejemplo de vida. Fue y es, el sostén de su familia.
Mujer muy laboriosa, dedicada y recta, dicen sus compañeros del
Grupo de Danza Esperanza, el que debió abandonar por razones de
trabajo, ya que está a cargo de una lechería, haciéndose difícil
conjugar los requerimientos del rudo trabajo rural con la exigencia
de ensayos y actuaciones. Ella es reconocida por sus compañeros como
buena compañera, responsable y solidaria.
Martina González:
Ella es una pequeña mujer. Una niña
que vive con sus padres y sus hermanas y que se ha destacado en
ajedrez. Impulsada por su padre, Martina comenzó a jugar ajedrez a
los 6 años.
Luego tomó clases con el profesor
Eduardo Delgado, teniendo siempre el apoyo de su papá. A los 7 años
participó de su primer torneo, el campeonato departamental escolar
individual, convirtiéndose en campeona absoluta de la categoría sub
8, siendo la única niña de todas las categorías, en conseguir este
título.
En 2013, volvió a participar de ese
campeonato logrando el bicampeonato. Ese mismo año, con solo 8 años,
participó de un torneo en Nueva Palmira, organizado por el MEC, para
competidores de 12 años, donde no sólo ganó algunas partidas sino
que estuvo a escasas jugadas de ganarle a quien fuera el campeón.
Luego, a mediados de setiembre participó de un torneo en Nueva
Helvecia, con participantes de todo el país y del campeón uruguayo
y representante panamericano, coronándose Martina como campeona
femenina.
Gloria Bagnasco:
Gloria Bagnasco:
En el centro de nuestra ciudad, se
encuentra desde hace incontables décadas, la tienda de “Las
Arenas”. Allí como parte imprescindible de ese comercio,
trabajando junto a Olga, está Gloria. Ella no sólo atiende al
público, sino que es un pilar de apoyo para Olga ya que en forma
solidaria y silenciosa, colabora en el cuidado de un enfermo. Gloria
no se da permiso para faltar ni cuando está enferma.
Ella además se hace tiempo, todos los
años, para organizar los encuentros de los exalumnos de la Escuela
68, atesorando recuerdos, fotos y anécdotas.
Zulema Pérez:
En el siglo pasado, las mujeres tenían,
por así decirlo, tres tareas que les asignaba la sociedad: ser
esposas, amas de casa y madres. Si bien algunas lucharon y luchan aún
por no cumplir con el designio, Zulema, mujer de su época, que no
tuvo la oportunidad, ni siquiera, de ir a la escuela, trabajó en
casas de campo desde los 10 años, luego se casó y en 1951 nació su
primer hijo, Oscar. Luego llegaron: Renée, Estela, Jorge, Marta,
Diolma, Sergio, Marisa, Daniel, Peter, Miguel, Gustavo, María
Virginia, María del Carmen, Liliana y Blanca. La vida le dejó
conservar 16 pero tuvo 18 hijos. Zulema no tuvo tiempo para salidas,
sus días transcurrían lavando pañales, preparando la comida,
limpiando, remendando. Lavaba a mano porque no tenía lavarropa, eran
poco comunes y caros.
Ninguna de las comodidades que podemos
pensar hoy, tenían lugar en el hogar de una familia pobre. Sin
embargo, ella siempre corría de un lugar a otro tratando de
solucionar los líos de un montón de niños que jugaban, se
peleaban, corrían, etc, etc. Ella, siempre con el mismo gesto, nunca
se quejaba, siempre contenta. Cuando crecieron, los más grandes iban
ayudando. Faltaron bienes materiales, pero supo prodigarles su amor
de madre, como pudo, con lo que tuvo y formó personas de bien y de
trabajo. Hoy vive en el Hogar Tarariras junto a su esposo y tienen
una gran familia: 41 nietos y 27 bisnietos.
Renée Quintana “Gita”:
Renée Quintana “Gita”:
Ella es una servidora permanente, una
mujer con mayúscula, nació en 1936, quedó viuda a los dos años de
haberse casado con una beba de 11 meses, lucho para que su hija
pudiera estudiar y recibirse de maestra; su vida personal fue signada
como para ser uno de aquellos seres que podrían vivir recordando los
aspectos sacrificados de una vida… y sin embargo es la madre, la
abuela, la bisabuela que vive derramando energía contagiosa y
alegría a todos los que la rodean; trabaja desde hace 17 años en el
Hogar de Ancianos organizando actividades recreativas y festivas para
los residentes, Cuentan que si ella no está los ancianos se pelean
jugando a la lotería; como si todo eso fuera poco, es “socia de
honor” en la Asociación de Jubilados, millones de tortas fritas
han pasado por sus manos.
María Isabel Ayala “La Gaucha”:
María Isabel Ayala “La Gaucha”:
El barrio El Empuje, ha dado a nuestra
ciudad historias y personajes, que cantores y escritores del pueblo
han reconocido. Como decía Mario Díaz, en su columna “Alguien
de mi Pueblo”, esta mujer es parte del paisaje de Tarariras,
es una mujer muy especial, los golpes de la vida la hicieron sabia.
Una vida que la hizo trabajar a la par de cualquier hombre, haciendo
cualquier trabajo, por rudo que fuera. Luchó a brazo partido para
ganarse el pan para criar a su hijo y ayudar, si es preciso, al que
lo necesitara. Hay quien la vio carpir patios de gramilla y dejarlos
impecables, hacer un pozo negro a pico y pala para luego llegar,
darse un baño y salir de pantalón y camisa blanca, con una bandeja
y un repasador porque esa noche tenía una changa de mozo en el baile
y pagaban bien.
Tal vez, esta forma de enfrentar la
vida le valió su apodo de “gaucha”. El paso del tiempo cambió
las cosas y ya no se carpen los patios y en los festivales se
contratan empresas que traen los mozos, pero ella nunca bajó los
brazos. Todas las mañanas se la veía barriendo veredas o juntando
cartones que acarreaba en su carrito diciendo: “otro día para
la jubilación”.
María Isabel Ayala es un ícono de
Tarariras, sinónimo de trabajo rudo y de lucha permanente.
Luciana Rodríguez “Perla”:
Luciana Rodríguez “Perla”:
Oriunda del departamento de Lavalleja,
esta mujer estudió en la Facultad de Odontología y se recibió en
1966. Dos años después llegó a Tarariras donde instaló su
consultorio, siendo la primera odontóloga residente que tuvimos.
Trabajó hasta fines de 1996. Integró el Grupo de Esposas Rotarias
durante 25 años. Actualmente comparte su tiempo entre Tarariras y su
campo, en Lavalleja, donde conserva su caballo y su apero.
Araceli Poletti:
Ella llegó a Tarariras hace 28 años,
estaba casada y tenía dos hijas. Comenzó a trabajar en casas de
familia para ayudar al sostén de la suya y no paró más. Recorre la
ciudad cumpliendo fielmente su cronograma, yendo de un lugar a otro,
en su bicicleta, siempre limpiando: comercios, y casas de familia. Si
bien se separó del padre de sus hijas, cuando él enfermó lo cuidó
hasta el último momento. Estudió costura y le gusta crear diseños,
actividad que desarrolla después de las limpiezas.
Inés González:
Inés comenzó a trabajar como cocinera
en la Escuela 38, allá por 1970. Su mamá también había sido
cocinera en la escuela rural donde ella cursó sus estudios
primarios. Su sueño era ser maestra, pero no pudo ser. Fue una madre
consecuente y presente pemanentemente en la formación de sus hijos;
con muchísimas dificultades económicas, priorizó siempre su
educación, su lema era “el saber no ocupa lugar”.
Luego trabajó muchos años en el
frigorífico, donde se reencontró con muchos de sus “niños del
comedor”, y luego de jubilarse, hizo cursos en UTU y se dedicó a
leer cuentos en la Biblioteca Castillo Infantil así como a bailar
con el Grupo de Jubilados. Actualmente también disfruta de leer y
escribir.
Ana Julia Mc Alister:
Ana Julia Mc Alister:
Es una joven deportista que nació el
31 de mayo de 1998, comenzó a jugar al voley a los 10 años en el
Club Tarariras con el profesor Moranzoni, a los 12 a nivel
departamental y nacional, a fines de 2012 junto a otras chicas se
presentó a una pre selección para integrar la Selección Uruguaya
Sub 15. Luego en marzo de 2013, donde quedaron 22 chicas que
entrenaban en Montevideo los fines de semana; y en noviembre del
mismo año, Ana tuvo la oportunidad de viajar junta a la selección a
la ciudad de Lima, Perú para participar en un cuadrangular donde
compitieron las selecciones de Chile, República Dominicana, Perú y
Uruguay.
Desde enero de éste año entrenan
doble horario de lunes a sábado para participar en los juegos Odesur
en Santiago de Chile. La Selección Nacional está integrada por 12
jugadoras, 5 son del departamento de Colonia y esta tararirense.
Vanessa Peyronel:
Vanessa Peyronel:
Comenzó a jugar al fútbol femenino en
el Club Juventud de Colonia en marzo de 2013, siendo su director
técnico Juan José Bayón. Actualmente cursa 4º año en el Liceo de
Tarariras y viaja a practicar fútbol a Colonia.
Lucía Hernández:
Comenzó a jugar en los Babys de
Maracaná en 2010 hasta el 2011. Luego comenzó a correr con sus
vecinos en el grupo Tarariras También Corre. Ha corrido en varios
departamentos y participado del cruce del puente Paysandú - Colón.
En 2012 la invitaron a jugar al fútbol en el Club Juventud de
Colonia. Actualmente continúa estudiando y practicando deportes.
Tamara Rivas:
Fue invitada a jugar fútbol en
Juventud de Colonia. Participó del taller de fútbol femenino del
proyecto deportivo Alemania-Uruguay y junto a sus compañeras
(Vanessa y Lucía) se consagraron campeonas en el Campeonato de
Fútbol Femenino del Interior el año pasado.
Como institución en esta oportunidad se homenajeó al Grupo Scout Coopertino del cual dejamos una breve reseña:
(La alcaldesa Diana Olivera junto a integrantes del Grupo Scout Coopertino) |
Hace 20 años, Andrea Bayón, Jaquelin
Delgado, Adrián Porqueres, Luz Pérez, Alejandra Pagua, Fernando
Raggio y Daniel Jorcin, tuvieron la idea de crear el Grupo Scout
Coopertino, una experiencia nueva en Tarariras. Con el pasar de los
años, el grupo se fue dando a conocer con distintas actividades y
más niños y jóvenes se fueron sumando. Dentro del grupo se forma
en valores como el compañerismo, la solidaridad, el respeto por la
naturaleza, y la responsabilidad a niños, niñas y jóvenes. Ya en
2006 contaban con tres ramas: Lobatos, Scout y Pioneros (los más
pequeños). El año pasado 35 niños, niñas y adolescentes
participaron del grupo siendo una gran satisfacción para los
educadores Daniel Jorcin, Alicia Alves, Patricia Bartel y Luis Miguel
Ruiz que donan su tiempo y ponen paciencia y corazón para llevar el
grupo adelante. Con la colaboración de padres, amigos, vecinos y las
barracas han comenzado una obra en la agropecuaria: una cabaña para
poder guardar sus materiales.
TararirasHOY felicita a los organizadores y a las homenajeadas de este tan emotivo evento. Para visualizar todas nuestras fotos tomadas durante la velada: CLIC AQUÍ.
TararirasHOY felicita a los organizadores y a las homenajeadas de este tan emotivo evento. Para visualizar todas nuestras fotos tomadas durante la velada: CLIC AQUÍ.