Perteneciente a la Iglesias Evangélicas Valdenses del Río de la Plata e Italia |
CULTO: domingo 25 a la hora
10:00.
Venta de tortas fritas y Wafles:
todos los sábados a partir de la hora 16:00.
Habrá venta de bonos colaboración y
alcancías en algunos comercios. Todo a beneficio del Fondo Luisa
Rostán (Ayuda al enfermo de cáncer).
Venta de ropa: jueves 22 a
partir de la hora 15:00.
EL PODER DE LA ORACION
Orar es conversar con Dios. Es cuando
nos sentamos a hablar con Él como un amigo. Me gusta pensar en mi
relación con Dios como la de mi mejor amigo, mi amigo fiel, que
nunca me fallará. La imagen del Dios –Padre a veces está asociada
a una figura rígida y severa, que juzga nuestros actos y nos
castiga. Ese no es el Dios que quiero para mí. Elijo para mi vida un
Dios amoroso que me acompaña en cada etapa, un Dios que sabe que
hago lo mejor que puedo en cada intento. Un Dios que me observa
atento, como un padre que le está enseñando a su hijo a andar en
bicicleta, que deja que se pegue dos o tres porrazos dándole
libertad pero que siempre está al lado suyo para consolar sus
lágrimas alentándolo a volverlo a intentar. A ese Dios del Amor
elevo mis pensamientos, con ese Dios comprensivo me siento a
dialogar.
EL SECRETO DE LA
ORACIÓN
Hay varios tipos de oración. Muchas
veces incluimos pedidos en nuestras plegarias y eso no está mal.
Jesús nos alentaba a no sentir culpa y aprender a pedirle a Dios.
“Pide y se te dará” (SMt 7:7) Muchas veces pedir es una muestra
de humildad, es cuando nos arrodillamos ante Dios dejando de lado
nuestra soberbia, y reconocemos que solos no podemos, que lo
necesitamos. Las crisis son puntos de inflexión en nuestra vida, a
veces es necesario tocar fondo para rendirse y comprender que Dios
tiene planeado lo mejor para nosotros, aunque todavía no lo podamos
ver. Pero nos cuesta soltar, nos cuesta ceder, quizás porque nos
cuesta “creer”. Pero en el mismo momento que nos rendimos a Él,
admitimos que solos no podemos y solicitamos ayuda, en ese mismo
momento comienza el cambio. Otra oración que opera milagros en
nuestra vida es la Oración de Agradecimiento. Por un extraño
sortilegio, cuando agradecemos los bienes (materiales o
espirituales) se multiplican. Agradecer es tomar conciencia de todo
lo que tenemos. ¡Y tenemos mucho! El agradecimiento toca cada área
de tu vida con una varita mágica y la hace florecer: “Te agradezco
por mi trabajo, te agradezco por todo el amor que recibo, que es
mucho, te agradezco por mi salud, te agradezco por todos los medios
que pones a mi alcance para vivir, te agradezco por mi techo y la
comida….” ¡Tengo tanto que agradecer! Eleva una breve oración
por la mañana encomendándole tu día. Encuéntrate con Él por la
noche, al irte a dormir, eleva una plegaria en silencio
agradeciéndole todo lo acontecido, y pídele que guíe cada paso en
tu camino.
“Dios dame calma para aceptar lo que
no puedo cambiar. Valor para cambiar lo que puedo. Y sabiduría para
reconocer la diferencia. Viviendo un día a la vez y disfrutando cada
momento. Aceptando las dificultades como un paso a la paz. Tomando
este mundo como es y no como quisiera que fuese. Él hará todo para
bien, si me rindo a su voluntad para que yo sea razonablemente feliz
en esta vida, y supremamente feliz con Él en la vida venidera”.
Gabriel Rugiero
“El brujito Maya”