En este marco, se acercaron a una
docente, algunas adolescentes angustiadas por la situación que vivía
una compañera y ella decidió acompañarlas a la Dirección para que
contaran lo que sucedía. La Directora, previo asesoramiento con la
abogada de Secundaria, y siguiendo el Protocolo que existe para
sospecha de violencia doméstica, pidió a la justicia que se
investigue el hecho.
La docente involucrada, por haber
cumplido con su deber, recibió llamadas telefónicas de parte de la
familia involucrada, amenazándola y haciéndole pasar un mal
momento.
Ante lo expuesto, los docentes del
Liceo de Tarariras agremiados en Fenapes (Federación Nacional de
Profesores de Enseñanza Secundaria), declaramos nuestro total apoyo
a la compañera docente y a la Dirección, que ante un supuesto hecho
de violencia doméstica, no hicieron más que cumplir con su deber
siguiendo las reglamentaciones vigentes.