El pasado jueves 16 de abril a las 10
de la mañana la Escuela Nº 125 recibía a los alumnos de la 70 para
juntos escuchar las historias de las narradoras de “Castillo
Infantil”: René, Beatriz y Raquel.
Ellas siempre van de escuela en escuela
narrando cuentos, pero esta vez les contaron una historia, la del
desembarco de los Treinta y tres Orientales en la playa de la
Agraciada, actualmente en el departamento de Soriano.
Ellas les hicieron imaginar a los niños
cómo fue ese hecho histórico: la forma de los botes, la vestimenta
de la época y las armas.
Para poder crear una imagen mental,
presentaron la obra de Juan Manuel Blanes que ilustra el hecho. Juan
M. Blanes fue pintor de la patria y nació en Montevideo el 8 de
junio de 1830. Él hizo la pintura del desembarco de los 33
Orientales con todos los personajes en movimiento.
También mostraron fotos actuales de la
playa de la Agraciada y les narraron dos versiones del origen del
nombre: La que recuerdan es la que
dice que en ese lugar vivía una joven muy bonita, que era la
agraciada de toda la zona.
“A nosotros, los alumnos de la
Escuela Nº 125 nos gustó la actividad porque aprendimos sobre
historia y más por haberla compartido con la Escuela 70. Le
agradecemos a René, Raquel y Beatriz por contarnos parte de nuestra
historia” -dijeron los niños más grandes.
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(Arriba: Raquel y Beatriz junto a los alumnos más grandes. Abajo: René junto a los alumnos de inicial y 1º) |
Al mismo tiempo de ésto, los alumnos
de inicial y 1º estaban en otro salón en compañía de René con
sus atrapantes cuentos.
Sentados en la alfombra, muy cerquita
de René, los más pequeños viajaron con su imaginación por las
páginas narradas y a través de sus ilustraciones coloridas.
En primer lugar escucharon con mucha
atención: “De quién es esta cola”. Cada página era una
sorpresa por las imágenes ocultas que ellos mismos debían
descubrir. A continuación disfrutaron de la narración de “Una
casa para Nicolasa”, este libro con imágenes móviles en su
interior entusiasmó mucho a todos, al punto que al finalizar la
narración,todos querían tenerlo en sus manos.
René también les dejó esos libros y
otro más para continuar compartiendo y trabajando con ellos en los
días siguientes.
Al final rodeando a René los más
pequeños posaron para la foto.