(Actividad en INIA con las Escuelas)
El día de la jornada amaneció algo nublado en INIA La Estanzuela del Departamento de Colonia, pero temprano fue despejándose, tal vez porque este día de apertura del 7° Encuentro Nacional sobre Frutos Nativos se esperaban niños de 9 escuelas; escuelas que han sido recibidas allí desde hace años.
Pero esta vez iba a haber una sorpresa
extra. Ya, antes de entrar al salón, un gran tero azul les daba la
bienvenida.
Apenas entraron se hallaron en un lugar
mágico: plantas nativas gigantes llenas de frutos y flores, hasta un
zorzal vigilando sus huevos en su inmenso nido escondido entre las
ramas de un guayabo.
El canto de pájaros, sonido de
manantiales corriendo ente rocas y hasta silbidos del viento pasando
entre las hojas agigantaban el asombro de los niños y devolvían la
niñez de muchos adultos que los acompañaron. Las cámaras
fotográficas y celulares de muchísimas manos registraban esta
escena.
Después subieron al anfiteatro donde
Ernesto dio la bienvenida en nombre de INIA La Estanzuela a todas las
escuelas, haciendo la apertura y cediendo el espacio a los jóvenes
de Casa Pueblo Arcoíris - Tarariras.
Los mismos expusieron la labor de más
de 20 años del Proyecto Educativo “Ser Nativos”,
mostrando en pantalla un documental con lo realizado en varias
escuelas, donde algunos niños, docentes y familiares se reconocieron
participando del Proyecto.
A este espacio lo cerró Celina
narrando la leyenda Charrúa “El Tero Azul”. Ella les habló de
aquél pequeño charruita valiente que supo enfrentar el fracaso de
no ver al “tero azul” como le habían encomendado y contar luego
la verdad, ganando la confianza de los ancianos y comunidad.
Luego bajaron nuevamente a la sala,
donde se llevó a cabo la degustación de frutos nativos, dejando
cada niño anotado en planillas, su impresión de los mismos.
Después Graciela Barolín y su equipo
de la Escuela del Hogar, desplegaron su larga experiencia culinaria,
convidando con jugos, preparaciones realizadas con estos frutos y
yogur saborizado con pulpa de arazá. Todo explicado en un divertido
y completo taller que todos escucharon muy atentamente.
Noelia Giménez cerró esta parte
alimenticia con el lenguaje de quién conoce profundamente lo que
hace, aportando múltiple información acerca de las valiosas
propiedades de estos frutos e instando a los padres a enaltecer la
comida casera como forma de fortalecer los vínculos de amistad.
Continuando con el cronograma,
volvieron al anfiteatro donde Pablo anunció la leyenda “El
Delicioso Fruto Invisible”, dedicada al Guayabo del País.
La pantalla mostró la primera escena
de la leyenda ilustrada por Ayelen mientras Juan Carlos comienza su
narración. Los rostros de los niños develaban su fantasía en este
“viaje” hacia tiempos remotos en esta tierra Charrúa.
La sorpresa la dio Noheli cuando bajó
por las escaleras tocando el violín, con el que musicalizó en vivo
esta leyenda que insta a preservar y multiplicar esta extraordinaria
planta nativa; actividad que realizaron a continuación.
Nahuel dirigió esta tarea, plantando
junto a los niños un Guayabo del País en el Parque de INIA.
La fructífera jornada cerró con
Susana, Tatiana, Elimey, Maite y demás jóvenes de Casa Pueblo
entregando un refrescante baso de bebida y una canastita de los 100
años de INIA, que contenía semillas y el librito de la leyenda “El
Delicioso Fruto Invisible”.
Esta jornada llevó un gran esfuerzo previo, pero cumplió el objetivo de estimular la multiplicación productiva y consumo de frutos nativos, con gran potencial para convertirse en una auspiciosa posibilidad productiva y alimenticia con identidad propia.
Esta jornada llevó un gran esfuerzo previo, pero cumplió el objetivo de estimular la multiplicación productiva y consumo de frutos nativos, con gran potencial para convertirse en una auspiciosa posibilidad productiva y alimenticia con identidad propia.
(Preparativos de la ambientación)
Esta actividad fue posible gracias a la activa y afectuosa participación de INIA La Estanzuela por parte del Ing. Agr. Ernesto Restaino y el personal de servicio, a INIA Las Brujas por parte de los Ing. Agr. Danilo Cabrera y Roberto Zopolo, a la Facultad de Agronomía por parte de Ing. Agr. Félix Fuster, a la Escuela del Hogar Estanzuela por parte de Graciela Barolín y su ayudante, Analía Barolín y sus alumnos, a las empresas auspiciantes, a la Nutricionista Noelia Giménez integrante de la Red de Agroecología, a la Chef Internacional Laura Rosano y a las escuelas N° 14, 20, 33, 38, 54, 55, 59, 79 y 142 y los productores Dalita y Domingo Luizzi que donaron la fruta para el evento.