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(Arriba izquierda: en el anfiteatro. Arriba derecha: cocinando y probando los frutos nativos. Abajo izquierda: plantando un guayabo. Abajo derecha: recepción de INIA excelentemente ambientada) |
El miércoles 8 de abril se llevó a
cabo en INIA la Estanzuela una jornada sobre frutos nativos para
niños. Los integrantes de Casa Pueblo Arcoiris nos invitaron para
participar del evento y allí estuvimos; los alumnos de 6º año “B”
de la Escuela Nº 38 junto a 4° “A” de la Escuela 142 y varias
escuelas rurales.
Al llegar nos esperaba la familia
Borgogno, Nahuel, Juan Carlos, Ayelen, Noeli, Maite, Susana Arce y
otros integrantes del grupo Casa Pueblo. Fuimos al anfiteatro y nos
contaron la leyenda de “EL TERO AZUL”. Nos llamó la atención la
decoración que había en el lugar, todo adornado con árboles y
frutos nativos hechos con diferentes materiales en forma artesanal.
Luego nos trasladamos a la recepción
donde nos separaron en grupos de a 10 y a cada grupo le dieron un
fruto llamado guayabo y arazá. Lo observamos, escribimos en una
planilla lo observado y luego lo probamos de diversas formas: en
forma natural, en jugo, en yogur con pulpa de guayabo y también en
bizcochuelos con trozos de guayabo. La profesora de la escuela del
hogar de Estanzuela y la nutricionista nos explicaron las recetas,
las diversas formas de hacer comidas con guayabos y con el arazá y
las propiedades nutricionales de éstos frutos.
La tercera actividad que realizamos fue
nuevamente en el anfiteatro donde nos narraron la leyenda ”El
delicioso fruto invisible” la cual se trata de una anciana que
venía de un lejano pueblo donde escaseaban las flores y los frutos
sabrosos. Entró al monte y solo encontró árboles. Pasó enfrente
de un árbol, el sauce llorón y le preguntó: “¿cuál es el
árbol que tiene el mejor vestido de hojas de éstas tierras?”.
El sauce le respondió: -“Sin duda es el guayabo, pero vive allá
en el cerro”.
-”Gracias” -dijo la anciana.
Luego pasó enfrente del mbrucuyá y le
preguntó: -“vos que sabes de flores hermosas, ¿cuál es el
árbol que tienen las flores más lindas por aquí?”.
-“El guayabo sin dudas”
-respondió.
Continuó preguntando y probó frutos
de la anacahuita que la convidó pero no le gustó, sintió un fuego
en la boca y se dio la vuelta sin que ella la viera las tiró dijo
“gracias” y se fue.
Siguió su viaje, se hizo la noche y se
quedó dormida sentada sobre un tronco. Escuchaba diferentes sonidos
de animales, como el de carpinchos, búhos y hurones que no la
dejaban dormir.
De pronto escuchó voces y vio aparecer
del cerro varios niños charrúas corriendo detrás de mariposas
negras y recordó lo que le había dicho el mburucuyá y salió tras
ellos.
Al llegar vio a los niños comiendo
frutos y la convidaron explicándole que se abren y se come lo de
adentro. Mientras comía observó que los frutos que estaban en el
árbol se confundían con las hojas. Los niños le dijeron que se
llamaba guayabo y ella expresó: -“es un árbol extraordinario
porque tiene el mejor vestido, las flores más lindas y las frutas
más ricas, sin dudas este es el árbol que buscaba para mi pueblo”.
Los niños con cuidado sacaron un
arbolito y se lo regalaron para que lo llevara a su pueblo. No
volvieron a verla pero supieron que llegó a la costa porque en cada
paso que dio creció un guayabo.
Para finalizar nos trasladamos afuera,
al parque donde Juan Carlos y Nahuel nos invitaron a plantar un árbol
de Guayabo. Nos explicaron que el árbol se tenía que plantar en
otoño y en invierno. Luego nos dieron una valija de cartón que
contenía un tubo de ensayo con semillas, un libro de la leyenda que
se llama “El delicioso fruto invisible”, un sticker de INIA por
sus 100 años y un vaso de refresco.
VARIAS ESCUELAS UNIDAS EN UN MISMO PROYECTO | “Sentirse Nativos trasciende lo aborigen, es saberse parte de este hermoso lugar del mundo, nacido de esta tierra, sentir la sabia de nuestra flora en nuestras venas, volviéndonos guardianes de nuestro ecosistema…” |
La jornada nos pareció interesante
porque nos hicieron probar nuestros frutos nativos (guayabo y arazá),
aprendimos que podemos cocinar con ellos y tienen nutrientes que
favorecen nuestra salud.
Además nos gustó cuando nos narraron
las leyendas.
¡¡Gracias por darnos esta oportunidad
de aprendizaje!!.
Alumnos de 6º año B de
la Escuela Nº 38.
Maestra María José
Pagalday
Maestra Directora Silvia
Alastra