El camino este año con el Ser Nativos,
comenzó en la Escuela Nº142 con el taller de Alimentación y cocina
con Frutos Nativos. La nutricionista Noelia Giménez, activa
colaboradora de este Proyecto y miembro fundador de la Red de
Agroecología Oeste fue la coordinadora de este taller. Como es su
característica, su exposición estuvo cargada de anécdotas
emotivas, que movilizaron sentimientos tan puros como el amor a un
hijo a través de la comida casera, donde se trasmite ese sentimiento
de forma sutil y que tanto perdura en el recuerdo de nuestras vidas.
Un equipo de madres había preparado
riquísimas magdalenas y bizcochuelos a los que se rellenó con
guayabos en almíbar. Los padres y alumnos pudieron también
degustar guayabos frescos.
Algunos adultos experimentaron este
viaje al pasado, recordando su niñez a través del particular aroma
y gusto de este fruto nativo, mientras otros que lo probaban por
primera vez, experimentaron su agradable sabor.
En la Escuela Nº54 nos esperaban un
contingente de padres para realizar el taller de Huerta Orgánica de
hortalizas y plantas medicinales bajo micro túnel. Como ya es hábito
en esta escuela, abundaron los materiales y las manitos prontas para
esta labor. Mientras unos preparaban la tierra, otros plantaban los
almácigos, regaban y armaban la estructura del micro túnel dejando
uno listo a la espera del nacimiento de lo sembrado.
El propósito de estos talleres, es
darles la mayor cantidad de herramientas a los niños para enfrentar
su vida de adulto, aportándoles destreza y conocimientos prácticos
para la subsistencia cotidiana.
En la Escuela Nº33 el taller fue la
siembra de plantas ornamentales nativas y el reacondicionamiento del
invernáculo. Un objetivo principal del proyecto, es acercar a las
familias a la escuela. En este centro dos padres se comprometieron a
impartir talleres, uno sobre tambos en el establecimiento donde
trabaja y otro de manualidades.
Estas actividades compartidas en
familia y en la escuela son momentos que perduran para siempre en el
recuerdo de los niños, que hacen a la construcción de la felicidad
en su vida de adultos. Nunca se olvida aquello que se ha recibido por
amor a él y así ese niño devolverá en su adultez lo recibido.