Perteneciente a las iglesias
Evangélicas Valdenses del Río de la Plata e Italia
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CULTO: Sábado 10 de junio, hora
19.
LIGA FEMENINA: Venta de ropa
económica jueves 8 hora 15.
ESTUDIO BÍBLICO: en domicilio
de Miguel e Irla el lunes 12 a las 19:30 horas.
ASAMBLEA PRESBITERIAL: Colonia
Sur se realizará en nuestro salón el sábado 10 a las 14 horas.
EDUCACION CRISTIANA PARA NIÑOS:
Se empezará en la segunda semana de junio , en la modalidad de una
vez al mes .Interesados comunicarse con Zully cel 098738874.
PENTECOSTÉS
En el Evangelio de Juan capítulo 14
Jesús les promete a sus discípulos que no los dejará solos, que
tiene irse, (la ascensión) pero que durante su ausencia habría una
presencia constante de él por medio del Espíritu Santo. Hay tres
elementos, tres legados, que les hará sentir y nos hace sentir a
nosotros su presencia El primero es: “su palabra” el que me ama
hace caso de mi palabra. El segundo es “la Paz” Al irme les dejo
la paz les doy mi paz. Es esa paz que logra echar fuera el espanto
del miedo que produce la soledad y la adversidad de un mundo que ha
rechazado el mensaje que se nos ha pedido guardar. Es por eso que la
paz de Dios no es como la del mundo (vs 27). La paz de Dios
trasciende los moldes humanos y se basa en el amor que viene del
Padre y nos da seguridad. Es paz para enfrentar la persecución, la
calumnia, el odio, la falta de fe y la desesperanza. “No se turbe
vuestro corazón ni tenga miedo”.
El tercer legado que recuerda la
presencia de Jesús es “el amor”. El pasaje habla de amar a Jesús
y amar a Jesús es amar al prójimo, amor manifestado al prójimo de
manera práctica y real (Mateo 25). Cuando se ama a Jesús se ama su
proyecto, se ama el Reino de Dios.
Jesús sabe que estos tres legados:
palabra, paz y amor necesitan para experimentarlo de la comunidad de
fe. Es allí donde entra la acción del Espíritu Santo. El será
luz, guía, presencia de Dios. El Espíritu Santo es quien teje el
tejido multicolor de la comunidad de fe, para que en su vivencia esta
sea testigo al mundo. Testigo del poder de Jesús, de la historia que
ha vencido a los poderes del mal. Recordemos que, nuestra fuerza no
está fuera de nosotros sino en cada uno de nosotros mismos como
comunidad, pues el Espíritu Santo está dentro de la comunidad.
Alguien va a cuidarnos y ve a
enseñarnos a vivir en Jesús constantemente. ¡Gracias Espíritu
Santo por tan hermosa tarea!.
Adaptado de un mensaje del Rev. Eduardo
Chinchilla.