El ordenamiento territorial es lo
contrario del desorden. El desorden lleva a que, por ejemplo: el
tránsito intenso de camiones pase por zonas residenciales con muchos
niños que van a la escuela a pie o en bicicleta, que los hogares
para personas mayores se ubiquen en lugares donde vuela mucho polvo,
que el relleno de los terrenos fraccionados para nuevas viviendas
corte la salida de aguas pluviales de otros vecinos, que sea lento y
costoso llevar los servicios municipales, de UTE y OSE a barrios
nuevos que se extienden simultáneamente en extremos diferentes de la
zona urbana.
Los fines del ordenamiento territorial
son: mantener y mejorar la calidad de vida de la población, fomentar
la integración social en el territorio, propender al uso y
aprovechamiento ambientalmente sustentable y democrático de los
recursos naturales y culturales.
El ordenamiento territorial es un
proceso progresivo generado por la aplicación de un conjunto de
directrices, programas y planes de carácter público. Las normas
orientadoras surgen de los organismos técnicos involucrados
trabajando en estrecha interacción con la comunidad local.
¿Por qué es necesario el
ordenamiento?
La ocupación espontánea progresiva
del territorio, no regulada, tanto de las ciudades como de las zonas
rurales y las costas crea conflictos graves. Conflictos entre los
intereses particulares y entre éstos y el interés y el bienestar de
las comunidades. Hay muchos ejemplos en el país y en el mundo de
situaciones oprimentes y negativas para el hombre y para el medio
ambiente a las que han llegado muchas ciudades y regiones por la
falta de planificación y ordenamiento de su crecimiento.
La coordinación de las diversas
actividades en el territorio es necesaria para que podamos satisfacer
nuestras necesidades como personas y como sociedad en forma
sustentable. Las actividades residenciales, los servicios a la
población, el transporte y las rutas, los talleres, la industria, el
turismo, la producción agropecuaria deben buscar un compromiso, una
planificación, para poder desarrollarse plenamente con un mínimo de
interferencia entre las diversas actividades.
Esto no surge espontáneamente. Es
necesaria una planificación estudiada, discutida y pactada que
oriente en forma paulatina el crecimiento de la ciudad.
La confección del Plan Local de
Ordenamiento Territorial de Tarariras previsto por la ley es una
necesidad impostergable. La ley prevé la activa participación de
todas las voces de la sociedad local y el trabajo de los técnicos
especializados. Su elaboración requerirá un trabajo local de no
menos de un año. La Intendencia viene demorando su inicio y el
propio Municipio no lo ha puesto entre sus prioridades. La ley de
Ordenamiento Territorial es de mediados de 2008. Ya es tiempo que
Tarariras cuente con su Plan Local, mientras no lo tengamos se
seguirán consolidando situaciones problemáticas.
Ing. Agr. Rosario Alzugaray
Concejal del Municipio de
Tarariras.