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(Dibujo de “Lalo”) |
A continuación les dejamos el discurso
de la Directora María José Pagalday leído en ese acto, el cual
cuenta con más información del maestro “Lalo”.
Buen día. En este día de tan especial
para la comunidad escolar, nos es muy grato recibirlos a todos
ustedes.
Muchos de los aquí presentes,
frecuentan la escuela diariamente: alumnos, familias y allegados,
conocen nuestra institución, conocen su cultura, sus fortalezas y
aquellos aspectos a mejorar por los que se trabaja a diario.
Para muchos otros, hoy es un volver a
la escuela después de poco o mucho tiempo y para otros, es la
primera vez que nos visitan. Pero todos reunidos con el mismo fin:
compartir el nombramiento de nuestra centenaria escuela Nº38 con el
nombre: Maestro Eduardo Mario Henderson Hernández.
Con fecha de lunes 6 de junio de 2016,
la entonces Maestra Directora Silvia Alastra recibe una carta de un
grupo de maestros jubilados que habían trabajado durante muchos años
junto al Mtro. Eduardo Mario Henderson para solicitar a las
autoridades de Enseñanza de Primaria que la escuela Nº38 lleve su
nombre. “Lalo” desempeñó el cargo de maestro efectivo por
traslado desde el 23 de julio de 1951 y pasa a desempeñarse como
Maestro Director Interino el 1º de junio de 1953 hasta el 13 de
marzo de 1975.
En la carta los maestros plantean como
pregunta: ¿Por qué hacemos esta solicitud? Y a continuación dan
las siguientes razones:
Lalo: hombre de pueblo, maestro por
vocación, conocedor de su pueblo, de su ciudad y de su gente. Hombre
de familia, cuyos hijos, tan buenos como él, jamás pidieron trato
diferente.
Maestro de palabra justa, en el momento
de felicidad y en el de dificultad, comprensivo con los compañeros,
con los alumnos y con los padres.
Emprendedor con las Comisiones de
Fomento.
Orientador para con los maestros
jóvenes.
Respetuoso e interesado con las
experiencias educativas con las que llegaban algunos de los ayudantes
que procedían de Direcciones de escuelas rurales, afectuoso,
tranquilo, sonriente y vigilante con los niños y el personal.
Preocupado y ocupado para que todos los
niños recibieran una educación igualitaria sin importar de que
hogar provinieran.
“Lalo” como educador, desempeñó
dos cargos muy importantes: maestro de enseñanza primaria y profesor
de enseñanza secundaria todos los años que vivió en Tarariras.
Como periodista siguió la línea de
hombre destacado que venía realizando su padre, y continuó como
Director del primer periódico de Tarariras, “El Progreso”.
“Lalo” además fue uno de los
fundadores del Liceo de Tarariras en el año 1950. Dicha institución
no tenía edificio propio y la escuela dirigida por él, dio en
préstamo el local.
También se relacionó con el deporte
ocupando cargos como secretario, tesorero y presidente del Club de
Fútbol Maracaná de Tarariras. Fue secretario y presidente de la
Confederación de Fútbol del Litoral. Así mismo acompañó la
actividad automovilística, contando con él la Unión de Volantes
Uruguayos para gestiones y locuciones en carreras y otros eventos.
A a fines de 1974 sufre un quebranto de
salud y no pudo estar en el acto de fin de cursos físicamente porque
si lo hizo a través de una grabación en un cassette nombrando a
cada clase y a su docente. Sabía que no retornaría a la dirección.
Y de hecho fue distituído.
Se va a vivir con su familia a
Montevideo dejando sus huellas en los corazones de los tararirenses.
En 1998, cuando la escuela festejó sus 90 años, y era mi primer año
de trabajo en esta institución, estuvo presente y ofició de maestro
en la clase simbólica y recuerdo las demostraciones de afecto hacia
él.
El 2 de febrero del año 2002, fallece,
recibiendo la noticia con mucha tristeza sus allegados en Tarariras.
En el año 2008, la escuela festeja sus
100 años, y al leer algunos maestros una frase que estaba escrita
por allí que decía “NUNCA VALORES UN DIA POR LA COSECHA QUE
RECOJAS EN LA TARDE, VALÓRALO POR LAS SEMILLAS QUE HAYAS SEMBRADO”
y empieza a gestarse la idea de que el mejor homenaje que se le podía
brindar, era que la escuela llevara su nombre.
Es así que a mediados de junio de
2016, la directora Silvia Alastra, con la petición de ese grupo de
maestros jubilados, la carta de la familia de “Lalo” con el
consentimiento para el inicio de los trámites, comienza la gestión
del nombramiento. Se hace seguimiento del expediente en los
diferentes ámbitos y el 16 de agosto del presente año se promulga
la Ley 19.777 que designa a la Escuela Nº38 con el nombre “Maestro
Eduardo Mario Henderson Hernández”. Un sueño cumplido para sus
compañeros, un honor para su familia y una gran satisfacción para
la comunidad educativa pero también un gran desafío para los que
somos hoy parte de la familia de la 38 porque esos valores que él
practicaba, como la solidaridad, la empatía, el respeto y la
igualdad de derechos continúen vigentes para que nuestra sociedad
crezca y viva en armonía.
Bueno y ahora les quiero contar algo
que para algunos es reiterado y para otros no. Este año conocí a
una persona muy especial el 2 de marzo, que buscaba a la directora de
la escuela 38 y se encontró conmigo que había asumido como
Directora Efectiva por concurso apenas 6 días. Ella venía con una
propuesta: presentar en Tarariras una obra “La Cueva de los
Monstruos” de Joaquín Doldhan que trata de las barreras que hay en
la sociedad y que deben derribar las personas en situaciones de
discapacidad y permite trabajar la igualdad de derechos y la
accesibilidad. Graciela, que así se llama Blanca Graciela Rodríguez,
mamá de Nicolás Falcón periodista deportivo, me cuenta que la obra
hará una gira por todo el país a las capitales departamentales pero
en Colonia ella quiere traerla a Tarariras como un agradecimiento a
la comunidad educativa de la escuela 38 porque ella venía a esta
escuela, era muy buena alumna y excelente compañera. Era muy muy
pobre. Vivía en el campo y su maestra de 6º año Liliana Britos le
dijo que lo único que podía cambiar su situación en la vida era el
estudio, que debía continuar e ir al liceo. Graciela respondió que
no podía porque el ómnibus los traía gratis en primaria, en
secundaria había que pagar y ellos no podían. ¿Qué hizo la
maestra Liliana? Habló con el maestro Jorge Perrou, y con “Lalo”
y le pagaron los pasajes para que continuara su estudio. Graciela hoy
es la directora de Candi es psicóloga. Es pionera con Nicolás de
los grandes avances de la inclusión y a partir de la obra surgió
nuestro proyecto Institucional, nuestro trabajo anual,
investigaciones y propuestas. “Lalo”, Jorge y Liliana hicieron su
siembra en Graciela y fue tierra fértil. Graciela agradecida, vino
con CANDI y “La Cueva de los Monstruos” a Tarariras y sembraron
también. Y les puedo asegurar que hay germinación porque los
alumnos junto a sus docentes y tejiendo redes empezaron a ser
críticos buscando que nuestra escuela y nuestra localidad sean
accesibles rescatando como lo hacía “Lalo” la igualdad de
derechos y de oportunidades.
“NUNCA VALORES UN DIA POR LA COSECHA
QUE RECOJAS EN LA TARDE, VALÓRALO POR LAS SEMILLAS QUE HAYAS
SEMBRADO”.