Rabobank hizo hizo público un informe
esta semana, en el cual prevé un abanico de impactos por el
coronavirus en la producción mundial de leche. Entre los pronósticos
incluye un aumento significativo en los costos de alimentación en
Brasil, debido a un Real más débil, por consiguiente una presión
adicional sobre los márgenes del productor de leche que se
manifestará en el segundo semestre.
Como el Real se ha devaluado más del
30% desde el comienzo del año, los costos de la harina de soja y
maíz en moneda local han aumentado significativamente, ya que los
precios internos de los granos están fuertemente correlacionados con
los valores de exportación en dólares. Esto dio como resultado un
aumento en el precio del maíz y la soja en un 60% y 30%,
respectivamente, en el último año móvil.
Al mismo tiempo, los precios de la
leche están disminuyendo. Según el Cepea, los precios netos de la
leche al productor fueron de R$ 1,45/litro (unos US$ 0,25) en marzo
de 2020, en comparación con R$ 1,48 de marzo del año pasado. A los
precios actuales, muchos tamberos están luchando para obtener
márgenes positivos en las principales regiones, lo que resulta en un
menor uso de alimentos y una reducción del stock lechero.
Después de una disminución estimada
del 1% en el cuarto trimestre de 2019 con respecto al año anterior,
es probable que la producción haya disminuido al menos un 1% en
comparación con 2019 en el primer trimestre de 2020 y está en
camino a nuevas caídas en el segundo trimestre.
Los márgenes más bajos siguen siendo
un problema para los productores, y algunos procesadores están
alentando una menor producción en algunas regiones. La falta de
lluvia en el sur de Brasil ha provocado retrasos en el crecimiento
del forraje, lo que afectará la producción a mediados de año.
Tradicionalmente, la región sur de Brasil aumenta la producción de
leche de mayo a julio; sin embargo, este año el aumento en la
producción se será menor.
El impacto de la pandemia en el consumo
de alimentos y bebidas será muy significativo en el primer semestre,
y las medidas de distancia social en todo Brasil podrían tener
impactos duraderos en los niveles de consumo, dependiendo del aumento
del desempleo y la gravedad de la futura recesión.
El Sebrae, una agencia privada de apoyo
a pequeñas y medianas empresas, informó que hasta 600.000 pequeñas
empresas cerraron de manera permanente o temporal en abril, lo que
podría significar un riesgo real de pérdida de 9 millones de
empleos.
Las compañías lácteas registraron un
aumento en las ventas de algunos productos como la mozzarella, el
queso y la leche UHT, ya que los consumidores aumentaron
significativamente sus compras de productos básicos en previsión
del período de cuarentena. Las líneas de productos más caras, como
yogures, postres y quesos importados, han caído en las últimas
semanas.
Fuente: TodoTambo.