El Ing. Agr. (Dr.) Claudio García de INIA dijo que suele pensarse que Uruguay tiene mucha agua, pero en realidad es un recurso finito al que es necesario cuidar y gestionar.
El investigador explicó que, si bien a nivel nacional hay muchos ríos y arroyos, el caudal es bajo y los problemas de abastecimiento se recrudecen en los periodos de escasa lluvia.
Si bien el norte de Uruguay está sobre el gran reservorio del acuífero Guaraní, se encuentra en capas muy subterráneas para explotarlo y de hacerlo se correrían riesgos innecesarios ya que no existen estudios suficientes sobre el acuífero para estos fines, afirmó. Además, es transfronterizo, por lo que habría que ser muy cuidadosos para utilizarlo y requeriría un acuerdo con los otros países que tienen injerencia en él.
En 1989 Uruguay salió de una sequía muy grande que duró un año y medio y que afectó mucho la producción intensiva. Desde ese entonces la investigación se centró, entre otros temas, en el manejo eficiente del agua. Se comenzó a estudiar si era posible usar menos cantidad sin que los rendimientos disminuyan y cómo minimizar el gasto de energía y recursos para evitar la erosión y el escurrimiento que puede contaminar cañadas y ríos, dijo.
Uruguay es uno de los pocos países que, a pesar de tener tantos períodos de lluvia en el año, ha desarrollado ampliamente el estudio del riego, que generalmente es más común en países áridos, por la variabilidad climática local, donde el promedio anual de lluvias es de 1300 mm con alta variación mensual la gestión del agua es clave y el estudio multidisciplinario también lo es, para lograr la sostenibilidad de los sistemas productivos.
El primer fin de semana de junio llovieron 150 mm en Canelones y en los 15 días siguientes no volvió a llover, entonces hay que pensar en el riego. Por eso es fundamental saber cómo, cuánto y cuándo regar, y siempre contemplar que no estemos afectando la sostenibilidad del sistema productivo. Para eso en INIA se conforman equipos de investigación multidisciplinarios, con especialistas en riego, pero también en suelo, cultivos y ambiente. Porque hay que cuidar y no se pueden perder recursos naturales, afirmó el investigador.
Explicó que desde INIA se han desarrollado múltiples líneas de investigación en conjunto con otras entidades y que históricamente han apoyado al MGAP, suministrando información científica para delinear políticas públicas asociadas al uso eficiente del agua.
Tenemos que pensar que cuando merma el agua se afecta toda la cadena, no solo el eslabón del productor y termina impactando en los precios de los productos, concluyó.
Fuente: TodoTambo.
