Un accidente con un equino ocurrido días pasados en Juan Lacaze, llamó la atención para un problema que el Municipio está encarando desde hace varios meses y pretende resolver a la brevedad: los caballos sueltos que parecen no tener dueños.
La situación se arrastra desde hace décadas generando accidentes de tránsito, daños en jardines, rotura de tapas de pozos negros y otros problemas, además del malestar que provoca entre los vecinos.
En este marco el Municipio con el asesoramiento y apoyo de la Policía Rural y de la Granja “La Esperanza Sabalera”, que accedió a prestar un terreno que linda con el ex Camino de Tránsito Pesado y cuenta con acceso a la cañada Blanco, está acondicionándolo para que los propietarios de caballos puedan dejarlos allí.
Solo resta alambrar una parte, para lo cual el concejo municipal resolvió colaborar con los materiales y su colocación, asignando un monto de $111.081 en el Plan Operativo Anual de este año.
El objetivo de este proyecto es evitar que los caballos circulen sueltos por la ciudad, y al mismo tiempo evitar que los aten a la orilla de la calle, lo cual genera un alto riesgo para conductores y transeúntes.
Las autoridades son conscientes de que esta iniciativa debe ir de la mano de una campaña de concientización sobre tenencia responsable de animales.