Con motivo de un nuevo aniversario de nuestra ciudad en el mes de junio, la Comisión de Cultura hizo el lanzamiento de una actividad llamada HISTORIAS DE TARARIRAS. La idea fue invitar a personas mayores a escribir anécdotas e historias de tiempos pasados, con el objetivo de rescatar esa memoria y compartirlas con las generaciones más jóvenes. Estas HISTORIAS forman parte de nuestra cultura local, es por eso que queremos compartirlas, ya que seguramente provocarán recuerdos y otras historias. Agradecemos a quienes participaron haciendo posible esta actividad.
LA NOCHE EN QUE EL BARRIO EL EMPUJE SE ILUMINÓCómo poder contar sin que se escape detalle, un momento mezcla de emoción, expectativa y nervios, de alegría, en aquel mes de abril de 1987. Un año atrás, el barrio “El Empuje”, en mí Tarariras natal, no tenía alumbrado en sus calles. Estábamos a oscuras, en el “Bar del Chivo”, y como corresponde, se formó una comisión para dar luz a la oscuridad. Recuerdo a Don Olivera, a Guerra, a Díaz, a Barreto y Kundeque, a Graña, a Rey, a Jauregui, al Patita y tal vez haya vecinos que, en este momento, escapan a mi pensamiento.
Luis Aranda (el Bayano), “Caudillo Blanco”, con quien supe compartir discusiones entre personas “De Ley”, fue quien, con brillante idea, impulsó la Comisión que trataba con vehemencia los pasos a dar para iluminar el barrio con veintiún focos a Gas Mercurio. Comenzaron los “ires y venires”, en unión, colaboración, así llegó el día en que, a la hora 20 y 30 se iluminó “El Empuje”; el barrio cambiaba, mejoraba, tenía luz y conocimos el fruto de la solidaridad y del esfuerzo común.
Intendente, vecinos, diputados y la llave fue colocada para la ocasión y levantada por la Maestra Nelly Llorca, señora del recordado y querido jefe de UTE. Todos fuimos testigos del emotivo momento. Ver el barrio iluminado, fue emoción y alegría, El Empuje estaba cambiando para bien y nosotros fuimos cambiando con él.
Creciendo muchos junto al barrio y otros a la distancia, siempre sabiendo muy bien que es en el pueblo natal donde cada quien tiene sus raíces y que es allí también, donde a cada quien sus raíces lo están esperando.
Cuanti más lejos te vayas... Cantaba Zitarrosa.
WASHINGTON GONZÁLEZ ARANDA