Posiblemente alguien va a leer éste
artículo, con la esperanza de encontrar en él relatos de actos
desgraciados y violentos; no los va a encontrar, no es nuestro
estilo, tampoco el fin que buscamos es dramatizar y echar “leña al
fuego”; sólo queremos contarle a la gente que la quiere bien, cómo
se encuentra nuestra apreciada vecina Vilma.
Hace algunos días nos enteramos que
Vilma se encontraba bajo los cuidados del “Hogar de Olga”; así
que en la mañana del martes 29, nos acercamos hasta el mismo con la
intención de saludarla, trasmitirle el cariño de los vecinos de
nuestra ciudad, y un poco de buena onda.
La llegada no fue muy alentadora, ya
que nuestra amiga Mabel (Velazco) nos comunicó que estaba en cama
por haber sufrido un pico diabético; pero después de unos minutos,
nos autorizó para pasar a verla; si bien nuestro encuentro no me
produjo una gran alegría (en un minuto pasaron por mi mente imágenes
de años atrás, recordé cuando Vilma en aquella cachila descapotada
recorría las calles de Tarariras, acarreando mercaderías para su
provisión y sus infaltables pasajeros (los niños) Vilma ama los
niños, su alegría más grande siempre fue estar rodeada de ellos y
darles una golosina para verlos feliz, también el tiempo de las
“famosas” tenderas “Las Rivoir” cuando junto a su hermana
Milka tuvieron aquella popular tienda (con momentos de mucho auge);
pero más que nada, su mirada afectuosa y su sonrisa suave y franca,
que avisaban rápidamente que estábamos ante la presencia de un ser
especial; tampoco la encontré como temía verla después de su
descompensación; Vilma está entera; luce la misma entereza que la
caracterizó siempre, en los momentos difíciles que le tocó vivir;
sólo necesita nutrirse del cariño de todos nosotros; ese cariño
que le comuniqué que el pueblo siente por ella, y que me preguntó
tímidamente si era verdad; sería bueno que muchos vayan a
demostrarlo; yo los invito, sé que lo harán y aunque va a llevar
tiempo; estoy seguro que lograremos devolver la luz y la sonrisa, al
rostro de esa linda persona que era feliz haciendo el bien al prójimo
o logrando la sonrisa de un niño…
Está en nuestras manos escribir un
final feliz a esta historia…¡¡Dale!!
Nota realizada por Peky y cedida por
nuestro medio amigo Periódico Tarariras, para que podamos compartirla con nuestros lectores.